Año emocionante

El problema es que los que saben de música se dieron cuenta que ni Anaya toca el órgano, ni Zepeda la guitarra.

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Si de algo podemos estar seguros es que 2018 se ha venido perfilando, desde el semestre pasado, como un año emocionante en el que pudieran prevalecer más las sorpresas y sobresaltos que la tranquilidad y la calma, sobre todo si consideramos las circunstancias externas, como el anunciado retiro de Trump del TLC, que pueden afectar de manera determinante el desarrollo del proceso electoral.

Todo indica que el norteamericano, en busca de incrementar su ventaja en el legislativo en las elecciones intermedias de su país, seguirá insistiendo en cumplir sus promesas de campaña, como la liquidación del TLC, la que, no obstante, podría ser pospuesta si le otorgan el presupuesto suficiente para construir su muro. Ello no nos exime, sin embargo, de los efectos de la volatilidad en la relación peso-dólar que, atribuyéndosela a la incertidumbre, será alentada por los especuladores.

Y aunque muchos quisieran dar por terminada la contienda electoral con los resultados que arrojan hoy las encuestas, declarando triunfador al tabasqueño, lo cierto es que en los 6 meses que distan pueden suceder muchas cosas, dependiendo de cómo los candidatos puedan sacar ventaja de las circunstancias cambiantes.

Y aunque la contienda será diferente al round de sombra que representan las precampañas, las tendencias que prevalecen apuntan al recrudecimiento de la competitividad con el posicionamiento de Meade como candidato ciudadano y su aceptación por la estructura del PRI; un titubeante arranque de Anaya, que se nota falso cuando enarbola las causas sociales, para atraer lo que quede del voto del PRD; un López que, a pesar de su ventaja en las encuestas, intenta que la gente lo perciba como un ganador nombrando un gabinete donde lo que importa son los que quedan fuera, y un par de candidatos sin partido que, si cumplen con las exigencias del INE, pueden modificar las preferencias.

Hasta ahora el beneficiario del frente PAN-PRD-MC ha resultado el tabasqueño por la migración de los amarillos a su favor, quienes consideran que la batalla principal será entre Morena y PRD, como demuestran con violencia sus partidarios en la capital; el PRI, habiendo asegurado el apoyo de su estructura de tierra, busca por aire los votos indecisos con un perfil, más que partidista, ciudadano. En tanto que Anaya sufre un ataque de incertidumbre por la interrogante que flota en el PAN sobre el porcentaje de votos del blanquiazul que Margarita Zavala podrá arrebatarle.

Farol.- Tan desesperado anda el conservador por atraer el voto de la izquierda que no tuvo empacho en difundir un spot en el que aparece con el excandidato del PRD, Juan Zepeda. El problema es que los que saben de música se dieron cuenta que ni Anaya toca el órgano, ni Zepeda la guitarra.

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