Como mi primera vez

Jóvenes del Conalep están preocupados por cambiar la mala imagen de la institución.

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Recordé la primera vez… Me sudaban las manos, las piernas me temblaban, mi respiración se agitaba ante el encuentro, constantemente me arreglaba el cabello, me decía a mí misma: "¡Estás lista, Jessi!". Nunca imaginé el número de pensamientos que pueden surgir en tan sólo unos segundos antes de hacerlo. Hasta que, por fin, mencionaron mi nombre, sólo escuchaba la voz de mis compañeros: ¡Vas, vas, tú vas, sí puedes, éxito! Sí, así fue mi primer casting.

Mismo que reviví a través de los más de 50 estudiantes del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica que evalué como parte del jurado para seleccionar a los vloggers del instituto. Esas experiencias las recuerdas con una enorme sonrisa: tu primera vez en un escenario, frente a un público que tiene la misma edad que tú y tal vez coincidan en temas que eligieron para desarrollar en menos de un minuto.

Ese día la puerta al pánico escénico debió permanecer cerrada durante todo el concurso, pero algunos participantes no le pusieron llave, así que entró sigiloso hasta apropiarse de varios de ellos, tomándolos por sus pensamientos, produciéndoles escalofríos, sudoración, mente en blanco, inquietud y que las miradas de los asistentes se hicieran cada vez más intimidantes.

También hubo quien se llevó al miedo tomado de la mano y se aventuró por compartir su tema con ideas originales y mucha simpatía. Qué valentía de estos jóvenes, compartir temas que les preocupan y que ya se ocupan por crear conciencia a través de estas actividades.

Algunos alumnos me compartieron que entre sus principales metas está cambiar la percepción que se tiene del Conalep, haciendo énfasis en los memes que circulan en redes sociales que hacen ver al instituto como un lugar para estudiantes “refugiados”. Por cierto, nada que ver, puedes encontrarte maestros y maestras preparadas, jóvenes inteligentes, talentosos, con ganas de superarse, de ser alguien en la vida. Hoy dan este pequeño paso y tal vez mañana se convierta en un gran salto.

¡Éxito, jóvenes!

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