Luis Fuente/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Luego de varios meses de conflicto entre vecinos de la colonia México tras el cierre de una calle debido a la ampliación de unas oficinas en esa zona habitacional, el problema fue solucionado este martes con la intervención del Ayuntamiento de México.

Unos 50 integrantes de la asociación civil “SOS Colonia México”, cerraron en la mañana de ayer la calle 27 entre 24 y 26 de esa zona habitacional por la construcción de un edificio para el funcionamiento de una notaría que posteriormente fue ampliado para alojar al Instituto Internacional de Gobierno Corporativo y Mejores Prácticas (Igome), ubicado en ese sitio.

Los inconformes señalaron que esa medida fue tomada “ante la falta de atención de las autoridades municipales a las reiteradas solicitudes y quejas ciudadanas sobre un problema que desde hace varios meses afecta la vida cotidiana de los habitantes de la colonia México. Argumentaron que el funcionamiento resulta incompatible con el uso de suelo predominante del área, que es el habitacional, convirtiéndose en un lunar negro “achocado con calzador” en una colonia de la que gran parte mantiene un estilo arquitectónico homogéneo.

Reiteraron que esa construcción viola ordenamientos legales que regulan el desarrollo urbano del municipio de Mérida, pues carece en absoluto de cajones de estacionamiento, lo que genera problemas viales por el incremento del aforo vehicular y el consiguiente problema para los vecinos que diariamente padecen el caos de encontrarse con la entrada de sus cocheras “tapadas” por vehículos de quienes acuden a ese lugar.

Ante el cierre de calles, el Ayuntamiento de Mérida intervino y se llegó a un acuerdo con las partes involucradas en este conflicto.

La mediación de los abogados María Fritz Sierra y Armando Villarreal Guerra, secretaria municipal y director de Gobernación, respectivamente, dio como resultado la firma de un documento con el que se dio por terminado este asunto.

En la firma, que se llevó al cabo en el despacho de la Coordinación General de Administración, , estuvieron, además de los abogados Fritz y Villarreal, el director de Desarrollo Urbano, Aref Karam Espósitos; el abogado Bernardo Rivadeneyra Pérez, en representación del propietario de los predios que detonaron la molestia, y Nicolás Andrés Dájer, quien acudió en representación de los vecinos.

La molestia de los colonos se suscitó porque se percataron que el abogado Rivadeneyra pretendía construir un local en el predio No. 117 de la calle 27 de la colonia México, que se sumaría a otros dos que tiene en la misma calle, basado en un permiso que se le otorgó en la administración municipal anterior.

La solución se dio por la disposición del abogado Rivadeneyra de aceptar que era necesario modificar el proyecto original de su construcción, de modo que ahora el referido predio marcado con el No. 117 lo destinará exclusivamente para estacionamiento, en donde esperan recibir a alrededor de 35 vehículos, que es precisamente lo que los vecinos buscaban.