Corazones sucios
Tengo que ir a cobrar Prospera, dijo la 'muchacha de la casa', también al taller...
Tengo que ir a cobrar Prospera, dijo la “muchacha de la casa”, también al taller de titulares y a mi cita de control. Bajo estas premisas, la empleada falta al trabajo y como esto se ha repetido varias ocasiones algunos reaccionan diciendo: no irás a ninguna parte, hay mucho que hacer hoy.
Prospera (antes Oportunidades) es un programa de Sedesol que entrega una beca de $1,500 a la población más vulnerable, a cambio les exige: acudir a un “chequeo médico general” cada 6 meses, asistir a un taller cada 2, personarse para la recepción del pago de la beca bimestralmente y si tienen una enfermedad crónica, como diabetes o hipertensión, consultar una vez al mes; si faltan a algo de esto se quedan sin la ayuda permanentemente.
A consulta llegó una paciente desconcertada que me pidió disculpas, ya que su cita de control de diabéticos se había pasado, pues su patrona no le dejó acudir y me rogó que no le pusiera falta. Recibir el apoyo de Prospera es mágico, así que los becados tratan de cumplir al 100% con los requisitos faltando incluso a su trabajo, pero la magia se pierde cuando, como a la señora y a varias pacientes, se les prohíbe acudir a estos eventos, ya que perjudica no tenerlas un día en casa, regresando a esas antiguas castas donde los indígenas sufrieron del subyugo de quienes los empleaban.
No sirve de nada una casa limpia si el corazón está sucio; así que limpiémoslo con amor y apoyemos a estas personas que luchan por sobrevivir día a día. Las fechas de Prospera ya están programadas, así que, en lugar de enojarnos, hay que solicitarles que nos comenten con anticipación las fechas que no podrán acudir a trabajar. Regalemos felicidad y adquiramos a cambio paz interior.