Manuel Pool/SIPSE
PROGRESO, Yuc.- El espíritu de servicio y compromiso de los integrantes de la Delegación Progreso de la Cruz Roja Mexicana con la ciudadanía son mayores a las muchas carencias que atraviesan para cumplir con su noble encomienda.

Al respecto, el coordinador local de Socorros, Rogelio Antonio Barbosa Ojeda, señala que uno de los mayores requerimientos de la institución es el combustible para las dos ambulancias, ya que a diario se realizan, en promedio, cuatro salidas, lo que equivale a unos 700 pesos de consumo.

“De estos movimientos, dos son viajes a Mérida, esto sin tomar en cuenta los días de intenso movimiento en los que inclusive se pueden consumir más de mil pesos de gasolina, días en los que ni siquiera no da tiempo de comer”, apuntó.

En este sentido, dijo que todas las veces que se ocupa la ambulancia para atender alguna urgencia no tienen costo, y bajo este rubro se cataloga prestar primeros auxilios a personas en la calle o en su hogar, ya que, una vez que entran a un hospital por algún estudio y requieren de un traslado, entonces sí se genera un costo de recuperación.

“De cada siete servicios gratuitos, se presta uno con costo que es el que se utiliza para financiar los otros y seguir apoyando a la comunidad”, detalló.

El entrevistado comenta que su radio de acción se extiende a toda la ciudad de Progreso, así como a sus comisarías, llegando a San Ignacio sobre la vía federal a Mérida, pero cuando se requiere se trasladan, inclusive, a Uaymitún y Telchac Puerto o Chicxulub Pueblo, siendo que en alguna ocasión, por casos de extremada gravedad, llegaron hasta Motul, mientras que del otro lado del municipio, es común que atiendan emergencias en las carretera Chuburná Puerto a Sierra Papacal.

"Por estas distancias tan grandes que corremos con las ambulancias se requiere tomar en cuenta el gasto que genera la compra de aceites, llantas, el pago del servicio mecánico y hasta el desgaste del motor", indicó.

La Delegación Progreso cuenta con dos ambulancias: la YUC015 y la YUC020, de las cuales, la primera se  encuentra en el taller, y no se sabe cuándo saldrá, mientras que a la segunda, única en funcionamiento, ya presenta problemas con la bolsas de aire, algo que no se puede dejar al azar en un vehículo de emergencia.

“Nos apoyan mucho los residentes extranjeros, sin embargo, aún tenemos muchas carencias, ya que siempre se requiere desde una venda hasta una llanta para las ambulancias, por ello pedimos a la gente que nos apoye en todo momento, no solamente en la colecta nacional. Los que no cuenten con recursos, inclusive, pueden ayudarnos apoyándonos con trabajos de mantenimiento al local que se requieren, como pintura, carpintería u otros”, puntualizó.