Aumenta demanda de cubrebocas ante repunte de influenza en Yucatán
En Mérida, su costo promedio es de 70 pesos por pieza.
José Salazar/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Ante el brote de influenza AH1N1 que impacta la salud de los yucatecos en el último mes, es común ver a personas con cubrebocas en la calle, unidades de transporte público, cines, clínicas y hospitales, como barrera para prevenir el contagio de la enfermedad.
Sin embargo, de acuerdo con los “Criterios para la Atención a la Contingencia sobre Influenza AH1N1” difundidos por la Secretaría de Salud a raíz de la epidemia de 2009-2010, solamente los respiradores desechables N95, N99 ó N100, son los que confieren protección respiratoria contra microorganismos que se transmiten por aerosoles, como es el caso del virus de influenza.
En Mérida, estos objetos pueden adquirirse en cadenas de productos para el hogar y ferretería, a un costo promedio de 70 pesos por pieza.
En visita a una de estas tiendas ubicada cerca de la Gran Plaza, se pudo observar que el producto tiene buena demanda en estos días e incluso se adquiere al mayoreo, en cajas de 20 piezas.
Expuestos en el hospital
Cabe señalar que a pesar de ser una recomendación de la Secretaría de Salud, el personal de los hospitales públicos no es provisto de estos respiradores por parte de sus superiores y tiene que adquirirlos por cuenta propia para protegerse.
Está indicado que utilice respiradores todo el personal designado para la aplicación del filtro de supervisión, personal con manejo directo de pacientes con el diagnóstico de influenza, tales como médicos, enfermeras y camilleros. Su uso es individual y no son reutilizables.
Se debe desechar cuando se observen manchas o humedad. Al quitarse el respirador y depositarlo en una bolsa de plástico transparente se debe ser cuidadoso y evitar el contacto de las manos desnudas y la cara con la superficie exterior del mismo. Siempre debe manipularse el respirador usado, utilizando guantes.
Contagio
El contagio de la influenza ocurre de persona a persona a través de secreciones de nariz y boca, en particular al toser, estornudar, hablar, cantar o a través del contacto directo; es decir, al tocar las manos de otras personas, en especial si se trata de un enfermo que no se las ha lavado, al saludar de beso, entre otros.
También al entrar en contacto con el virus a través de objetos que se toman con la mano y luego se llevan a la cara. Es por ello que se recomienda evitar la concurrencia a lugares cerrados, como son los cines, teatros, auditorios y otros actos masivos ya que son los entornos favorables para la diseminación de infecciones que se transmiten por vías respiratorias, como es el caso de la influenza AH1N1. Esta diseminación se da a través del contacto con micropartículas (gotitas) de saliva que contiene el virus.
Los respiradores mencionados no son permeables al paso de las gotitas que viajan a una distancia muy corta desde la persona infectada. La transmisión de la enfermedad ocurre por contacto directo de las gotitas grandes contaminadas con las membranas mucosas de la boca, ojos y nariz.
También protegen de algunas partículas medianas que al decrecer rápidamente de diámetro gracias a la pérdida de agua, se convierten en partículas virales capaces de transmitir la enfermedad por medio del aire.