En riesgo, el pulpo maya por cambio climático

Revelan que la especie endémica de la región es sensible a los cambios de temperatura, por lo que se corre el peligro de que en los próximos 50 años busque otras zonas para sobrevivir.

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(Fotos: F.Díaz/SAGARPA/ConacytPrensa)
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MÉRIDA, Yuc.- Estudios de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la Facultad de Ciencias de la UNAM, ubicada en Sisal, revelaron que la especie de pulpo endémica de la región, Octopus maya, es sensible a los cambios de temperatura, por lo que se corre el riesgo de que en los próximos 50 años, por el cambio climático, migre a otras zonas para sobrevivir, lo que haría más complicado su captura en la costa yucateca y afecte esta pesquería, que es una de las más importantes de la economía estatal.

El subjefe del Departamento de Manejo de Zonas Costeras, Carlos Rosas Vázquez, explicó que mediante un estudio en laboratorio se descubrió que uno de los mayores riesgos por no contar con la temperatura adecuada es que las hembras no desoven y los ejemplares juveniles no logren un crecimiento adecuado, pero además, si están mucho tiempo a 30 grados empezarán a morir.

(Fotos: F.Díaz/SAGARPA/ConacytPrensa)

El funcionario precisó que en la costa norte de Yucatán existe una corriente marina que ingresa a la plataforma de Yucatán desde el mar Caribe, la cual viaja a unos mil metros de profundidad, lo que permite que la temperatura en aguas yucatecas sean las adecuadas.

“Esa agua que llega a Yucatán es más fría, lo que ocasiona que en verano los pulpos se desarrollen mejor al estar adaptados a esas temperaturas, por lo que la costa del Estado nunca rebasa los 27 grados en la parte donde viven los pulpos”, señaló.

Esta situación es diferente en Campeche, ya que no todos los años llega esta agua fría debido a que “gira” un poco hacia el Golfo de México y se va diluyendo, lo que provoca que a pesar de que se tenga la misma especie de pulpo, esta entidad experimenta temperaturas más elevadas de las de Yucatán.

(Grafico/Milenio Novedades)

El especialista manifestó que se tiene la hipótesis de que cuando se empieza a calentar el agua en Campeche, los pulpos migran, ya sea que se vayan en aguas más profundas o a Yucatán de manera temporal para vivir en temperaturas adecuadas.

Lo grave es que los resultados más recientes de estudios de las corrientes oceánicas como parte de los estudios de calentamiento global han demostrado que ya hay un debilitamiento de la corriente, y con ella disminuye el agua fría que necesitan los pulpos para vivir en Yucatán.

“Las consecuencias se verían dentro de unos años, en 50; no se puede predecir que la población de pulpos se moverá como ocurre en este momento en Campeche, reduciendo la cantidad de ejemplares que habría disponible para la captura”, indicó.

Otras de las consecuencias es que si se mueven los pulpos y con esto otras especies que también son sensibles a la temperatura, cambiará la estructura del ecosistema, del cual dependen muchas personas por la actividad pesquera.

El puerto de Sisal. (Fotos: F.Díaz/SAGARPA/ConacytPrensa)

Otras especies

Los cambios que se tienen que proponer deberán estar basados en la investigación y al mismo tiempo hacerlo de forma paulatina.

“Con esta información formulamos modelos que predicen esos escenarios de calentamiento para saber qué le pasará a estas especies y no solo al pulpo, también al mero, pargos, jaibas y pepino de mar”, explicó.

“El calentamiento global es un proceso que no se puede detener de golpe y no se tiene claro hasta dónde puede llegar; los escenarios más positivos aseguran que la temperatura en todos los océanos cambiará entre .5 y un grado centígrado, y los más catastróficos hablan hasta los 6 grados”, comentó Carlos Rosas Vázquez.

(Fotos: F.Díaz/SAGARPA/ConacytPrensa)

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