Patricia Itzá/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- En las siete campañas para controlar los brotes de dengue, zika y chikungunya, durante los tres años de administración, el Ayuntamiento de Mérida ha detectado alrededor de 3 mil zonas propicias para la proliferación del mosquito transmisor, en sitios considerados “clandestinos” (principalmente chatarrerías) donde el agua se acumula sin tratamiento adecuado.

El director de Desarrollo Humano, Asís Cano Cetina, informó que debido a la campaña de control larvario que realizan han descubierto que estos sitios no cuentan con infraestructura para evitar que en los recipientes que recolectan no retengan agua, lo que forma espacios que se convierten en lugares ideales como criaderos de moscos.

“Revisamos las chatarrerías donde hemos detectado que la mayoría no cuenta con un buen sistema de drenaje, por lo que el reporte se turna a las autoridades correspondientes, en este caso a la Dirección de Desarrollo Urbano, que regula el uso del suelo”, explicó.

“No todo es negativo, pues también han ido a la baja (las chatarrerías) en comparación con el inicio de este programa, lo que también ha servido para que este tipo de negocios no prolifere y nos permita tener un municipio más saludable. La otra parte es que es difícil determinar cuántos negocios de este tipo existen debido a que muchas veces son itinerantes, se colocan por poco tiempo y después se retiran”, indicó.

En toda la ciudad 

Dijo que los reservorios “clandestinos” se originan por toda la ciudad y no hay alguna zona en específico donde se dé una mayor proliferación y sería al final de la administración cuando se “realice una estadística para determinar dónde se descubrieron más casos”.

Para erradicar este problema, precisó que es importante una mayor vigilancia para detectar qué negocios cumplen con las normas municipales en materia ambiental y sanitaria, con el fin de que cuenten con los sistemas hidráulicos necesarios para evitar el estancamiento de aguas.

Muchas chatarrerías operan sin las condiciones de higiene y seguridad. (Milenio Novedades) 

“Además de la autoridad es importante que la ciudadanía adopte el papel de inspectores para acabar con este tipo de lugares, ya que muchas veces son ellos los que detectan en primera instancia para dar aviso a las autoridades”, subrayó.

Hace dos años, la Dirección de Desarrollo Urbano suspendió a 31 chatarrerías y sitios de reciclaje, además detectó siete que ya no funcionan pero que representan un foco de infección por la acumulación de material propicio para la generación de larvas de mosco.

En ese entonces, se inició un operativo de inspección en chatarrerías de la ciudad y en predios que acumulan cantidades considerables de aparatos viejos o inservibles.

Infecciones

La falta de vigilancia de las autoridades han ocasionado que las chatarrerías sean lugares sin las más mínimas condiciones de higiene, debido que además de tener sitios donde puede proliferar el vector transmisor de dengue, zika y chikungunya, también pueden ocasionar fauna nociva, como ratones transmisores de otro de tipo de enfermedades.