Patricia Itzá/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- En Yucatán, son pocos los casos de difamación que llegan hasta los tribunales, pero hay dos que han llamado la atención por lo poco común: uno, por un comentario negativo contra una empresa en Facebook, y otro, de un hombre que divulgó un falso noviazgo.

El primer caso, tal como publicamos en una nota aparte, una juez determinó que una mujer que publicó en Facebook una queja contra una empresa de trajes de baño, pagara una multa y diera una disculpa pública en la red social.

El problema fue que el comentario negativo de la compradora hizo que varias personas cancelaran pedidos en la empresa, y la firma perdió 50 mil pesos. La dueña del negocio denunció por el daño moral, y ganó la demanda.

El segundo caso -ambos fueron juzgados por Suemy Lizama Sánchez- es el más curioso: una mujer de una comisaria de Valladolid, acudió con la juez para quejarse contra un hombre de la misma comunidad, quien había difundido que tenía una relación sentimental con ella.

La dama presentó pruebas para desmentir lo dicho por el varón y, al final, se comprobó que el hombre la había difamado por lo que tuvo que "pagar" un castigo:

Se paró en la plaza principal del poblado para ofrecer una disculpa pública, por haber dicho una mentira que perjudicó moralmente a una mujer.

El dato

• En el Código Penal del Estado de Yucatán en su artículo 295 estipula que la difamación es:

Comunicar dolosamente a una o más personas la imputación a otra persona moral o física, de un hecho cierto o falso, determinado o indeterminado, que pueda causarte deshonra o afecte su reputación.