De cómo una piedra puede mantener a todo un pueblo

Los creadores aseguran que en sus talleres pueden echar a volar la creatividad y la imaginación.

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Los artesanos de la comisaría de Dzityiá pueden hacer cualquier cosa que su imaginación les permita. (Notimex)
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Agencias
MÉRIDA, Yuc.- Con el típico color blanco de polvo y amarillo de aserrín en su vestimenta, los artesanos de la comisaría meridana de Dzityá hacen honor al lema “Manos que dan vida”, debido a la habilidad que poseen para crear diversas piezas de cantera y madera.

Situado a 10 kilómetros de la ciudad de Mérida, Dzityá es un poblado que muestra al visitante un aspecto campirano, donde cientos de artesanos han instalado sus talleres familiares para trabajar con los mencionados materiales.

La palabra Dzityá proviene del vocablo maya “dzit”, que significa cortar y el vocablo “ya”, que quiere decir zapote, que unido es “cortar el zapote”.

Uno de los artesanos que ha heredado este oficio de sus ancestros es Enrique May Uicab, quien ha trabajado desde los 10 años y que aprendió a tallar varios tipos de cantera de los fundadores de este oficio, los hermanos Donato, Eraclio y Rafael Cuá, a quienes recuerda con respeto por haberle transmitido el gusto por este trabajo.

Los talleres, explicó, son familiares y se han heredado por generaciones, porque es una tradición la manufactura y venta de todo tipo de objetos con estos materiales.

En lo que respecta a la cantera, se trabajan la piedra Ticul, Macedonia, Conchuela, Fósil y la denominada Toc, que es la que se usó en la construcción de El Castillo de Chichén Itzá, actualmente una de las maravillas modernas del mundo.

Con estos tipos de piedras, los artesanos de Dzityá esculpen y tallan fuentes, recubrimientos para pisos y paredes, cocinas, esculturas, chimeneas, lavabos para baños, lámparas, imágenes religiosas y columnas, entre otros artículos.

Oficio creativo

Existen dos tipos de trabajo en piedra, como señaló el artesano yucateco, la manual con cinceles o limas y la más moderna que es con cortadoras eléctricas con que tienen esmeriles y agilizan el trabajo.

May Uicab recordó que existieron épocas en la que su fábrica daba trabajo a 35 personas, y que exportaba a varios lugares del sur de Estados Unidos, pero que a raíz de la crisis en aquella nación ahora sólo tiene un equipo de ocho personas que sigue exportando a ese país, pero en mejor cantidad.

“Y es que además de la crisis llegaron los chinos y japoneses y el mercado se tuvo que repartir y eso nos afectó mucho porque la competencia es muy fuerte y nos restó oportunidad de abarcar más territorio estadounidense”, explicó.

El mercado nacional, detalló, “sí compra, pero no podemos equiparar un precio que le podemos dar a los paisanos que a los extranjeros y eso hizo que nos bajara la producción”.

“Este es un oficio que da para vivir, que no es monótono y que nos da la libertad de crear con imaginación y creatividad, por eso lo heredamos por generaciones, además de que no salimos del pueblo y creamos fuentes de empleo incluso para nuestros familiares y eso crea un vínculo muy fuerte”, señaló.

Digno de apreciarse

En cuanto al tallado de madera, el presidente de la Asociación de Artesanos de Madera Torneada de Dzityá, José Secundino Chi Chi, aseguró que este oficio pone el nombre de su poblado en un escaparate digno de admirarse por propios y extraños.

La madera es un material preciado desde los mayas, como mencionó el artesano, desde la época prehispánica los ancestros daban usos diferentes a la madera como para utensilios de cocina, objetos que usaban en sus ceremonias religiosas, instrumentos y algunos muebles.

“Ahora se hacen cosas para restaurantes y hogares, principalmente como platos, tasas, salseros, saleros, tortilleras, pero también hay cosas artísticas como esculturas, imágenes religiosas, lámparas, juguetes artesanales, bases para veladoras, entre otras cosas”, resaltó.

Los tipos de madera que se utilizan son el Guayacán, Granadillo, Ciricote, Chacte, Dzalam y Belsinanché, aunque la primera en la lista está protegida en Yucatán y no puede ser comercializada, por lo que los artesanos se han unido y organizado para poder ir a comprarla de manera legal al vecino estado de Campeche.

“Esta madera es tan comercial que los troncos del Guayacán se exportan y nosotros sólo podemos acceder a las ramas y las puntas de los árboles, por los que vamos cada tres meses y es el material que se traduce en todos los productos que tenemos en exhibición”, refirió.

Antiguamente, dijo, la madera no estaba protegida y se trabajaba con más libertad, “pero sabemos que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha impuesto esas normas para cuidar el medio ambiente y en eso estamos de acuerdo, por eso hemos buscado la manera de usar otro tipo de madera además del Guayacán”.

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Las artesanías de Dzityá son motivo de la “Feria Artesanal Tunich, hecha a mano”, la cual tiene como invitados a artesanos de otro estado de la República Mexicana y que además muestra la gama gastronómica de Yucatán y el resto de las artesanías en tela y otros materiales como zapatos, mantelería y objetos de henequén.

(Información de Rosa María Marbán/Notimex)

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