Sergio Grosjean/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- La semana pasada se comentó que tuvimos la fortuna de inaugurar “La Casa del 14”, tienda que te asombrará debido al arte que logran las mágicas manos de los mayas de Yucatán y que se materializa en artículos de diversa índole como ropa manufacturada con materiales de diversas fibras naturales; artesanías en madera, piedra, henequén, tela o rafia, así como productos de herbolaria y bebidas a base de balché y miel. Por ejemplo, algunos herbolarios combinan hiervas que sirven para luchar contra diversos agentes que producen dolencias, llámese cálculos renales y biliares o artritis y circulación, etc.

Otros artesanos fabrican artículos como bolsas a base de fibra de henequén sembrada y cosechada en su población, y más interesante aún resulta que los pigmentos los hacen de manera artesanal, obteniendo los colores de diversas maderas que luego de remojarlas en líquido desprenden un delicado color para determinado uso.

Manos mágicas

Laborar de esta manera es rendirle tributo a su pasado, a nuestra cultura y tradiciones que corren el grave riesgo de perderse, y esto lo digo porque los antiguos mayas obtenían sus pinturas de la naturaleza llámese plantas, tierra, pequeños insectos o fauna marina, y ahora se intenta hacer algo similar. Existen artesanos en Yucatán que poseen manos mágicas y, sin saberlo, mantienen vivas tradiciones ancestrales y es por ello que es importante que los tres niveles de Gobierno se apliquen a un programa de capacitación continua que no sólo los enseñe a manufacturar artesanías, sino que a su vez les ofrezca una oportunidad de conocer su pasado cultural.

Diosa de la maternidad

Por ejemplo, todas las tejedoras y/o pintoras deben saber que Ixchel era la diosa de la maternidad; era la diosa de hacer a los bebés y por eso siempre las mujeres ponían un ídolo de ella debajo de la cama. Y que por cierto, a diferencia de lo que comúnmente se piensa, los mayas no dormían en hamacas, lo hacían en un tipo de cama que estaba formada por un armazón simple con sus varillas y cubierta con una gruesa manta de algodón. 

Origen del henequén

Pero Ixchel también era la diosa de la medicina y en otra de sus funciones fundamentales era la señora del pincel, la creadora de la pintura y el tejido. Y ya que hablamos de medicina, artesanías de henequén y deidades, nos cae como anillo al dedo hablar de Zamná, el ilustre conductor de los Itzaes, rey y sumo sacerdote, quien además fue curandero de gran fama. Narra la historia que un día salió al campo en busca de yerbas para su colección medicinal y en un movimiento brusco que hizo al acercarse a una planta, se pinchó la mano con la espina de una hoja larga y rígida.

En ese instante, uno de los acompañantes que formaba parte de su séquito, cortó con un filoso pedernal la penca cuya espina había causado el daño a su señor y la golpeó en repetidas ocasiones contra una piedra. Con el fuerte azote se desprendió la parte pulposa de la penca quedando convertida en un haz de blancas fibras. Zamná hizo observar a su séquito que la vida nace acompañada de dolor y que éste es origen del bien, por lo que debían considerarlo como un mensaje de los dioses, pues al clavársele la espina se le había revelado la existencia de una planta que sería en adelante de gran utilidad y que debía ser cultivada con esmero. Y así fue.

Esos son algunos de los relatos que podrás encontrar en “La Casa del 14”, ubicada en la calle 60 por 59 y 61, donde además podrás observar diariamente a diversos artesanos que manufacturan exquisiteces y te enseñarán cómo hacerlas y obtendrás información turística de municipios del distrito 14, ya que muchos de sus alcaldes confiaron en este propósito y nos dieron todas las facilidades para impulsar a sus artesanos y dar a conocer su población. Ojalá y todos los que capitanean estos municipios, sin importar el color de su huarache o textura del huipil, se incluyan en este gran proyecto.

Hasta el próximo lunes.

Correo: [email protected] y/o twitter: @sergiogrosjean.