El 'niño brujo' que resucita los martes 13 en Tixkokob

La historia se remonta hace tres décadas, cuando un pequeño se suicidó en un ritual demoníaco.

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Este martes 13, en el panteón de Tixkokob podría aparecerse el “niño brujo”. (Jorge Moreno/SIPSE)
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Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Mañana será martes 13. En los últimos años, Hollywood se ha encargado de comercializar los “martes 13” y los “viernes 13” como días de mala suerte o de terror, con una serie de películas del mismo nombre que salieron hace un par de décadas (Martes 13 en la versión de EU y viernes 13 en Latinoamérica).

Sin embargo, en Yucatán todos los martes 13 me dedico a investigar un caso tan espeluznante como sorprendente que ocurre en el panteón de Tixkokob y que no tiene nada qué ver con las mencionadas películas.

La historia inicia hace casi tres décadas, cuando un niño de 12 años de edad, encantado con los temas de hechicería y brujería, se entera en un libro maldito que si se suicidaba haciendo determinado ritual de adoración al demonio, en un día martes, podría renacer convertido en un poderoso brujo.

Fue tal su obsesión con esto, que en poco tiempo logró reunir todos los ingredientes del ritual (que incluía entre otras cosas vísceras de animales, hierbas, herraduras curadas, cuarzos, etc). Sus compañeros de la escuela veían primero con curiosidad y luego con asombro su obsesión por juntar las cosas, pero nunca imaginaron lo que sucedería tiempo después…

Faltaban seis días para que llegara el martes en que había decidido que haría el ritual, y caería en día 13… En la escuela decía que ya casi era el momento de realizar su transformación, incluso, hay quienes aseguran que hasta se despidió de algunos de sus compañeros (y también se dio tiempo de amenazar a un niño que siempre le pegaba y le hacía la vida imposible).

Aparece muerto

El miércoles 14, sus compañeros de clases se dieron cuenta de que no fue a la escuela, tampoco el jueves… Había sido reportado como desaparecido desde el día 13, pero su cuerpo sin vida fue encontrado dos días después.

La necropsia confirmó que se había suicidado tomando un líquido parecido al veneno (era uno de los brebajes con los que supuestamente, luego de morir, iba a resucitar) y aunque los periódicos de la época dieron a conocer la noticia de la muerte del niño, a partir de aquí hay dos versiones que no se publicaron; unos aseguran que el niño se suicidó en el panteón y que pudo levantarse y salir casi 200 metros monte adentro (donde fue encontrado ya sin vida), pero fue mordido por una serpiente; otros afirman que algo falló en el ritual y por eso no pudo revivir, y que la picadura de la serpiente fue parte del ritual. La versión más polémica afirma que resucitaría un año después, y que el ritual salió a la perfección.

Lo que es un hecho fue que en los siguientes años varios de sus compañeros de la escuela estuvieron pendientes los martes 13 para ver si revivía el “niño brujo” (así le apodaban), ya que, por lo que les había dicho, sería ahí (junto a su tumba) desde donde saldría su espíritu para encarnar justo el mismo día en que hizo el ritual, es decir, un martes 13.

Con el paso de los años, esta sorprendente historia real poco a poco se fue olvidando entre la población de Tixkokob (los papás del niño fallecieron cinco años después en un accidente y, al parecer, ya no queda ningún familiar del pequeño en el municipio), y tuve oportunidad de platicar con cuatro excompañeros de clases del “niño brujo” y todos me confirmaron que fue un suceso real: “Yo ocasionalmente aún sueño con él y sólo de ver su cara me da un escalofrío”, dijo uno de ellos.

En los últimos años hay quienes aseguran que el niño sí pudo realizar el ritual y que los martes 13 se aparece en el panteón. 

Desde hace cinco años acudo cada martes 13 a este lugar para obtener alguna evidencia. En el 2010 nos acompañó el conocido cantante de música urbana “K-Laco” y junto con su esposa pudieron sentir la presencia de este niño (esto ocurrió cuando pasaron caminando junto a la tumba del niño, pero ellos no sabían cuál era pues no se los dije sino hasta después). Esa misma noche, dos de los integrantes del equipo de Misterios escucharon, por separado, que les hablaba la voz de un niño desde una de las tumbas, pero, por desgracia, no se grabó ni en la filmadora ni en las grabadoras de audio.

En diciembre de hace un par de años hubo un martes 13, estuve ahí, pero en esa ocasión no hubo evidencia alguna, pero este martes estaré de nuevo en ese sitio, pues en cualquier momento podría obtenerse una prueba de que ese niño en realidad hizo el ritual y podrá manifestarse ahí. Estaré informando del resultado de mi investigación.

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