Francisco Puerto/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El policía Miguel Teodoro Kim González fue acusado de abusar de la confianza de su cuñada y comadre, Lourdes María González Cauich, a la cual embarcó como aval hipotecario para un préstamo en la caja de ahorro Coopera con el argumento de que tenía que pagar un funeral y en vez de eso construyó una piscina.

La afectada se presentó a esta redacción para solicitar que este agente pague lo que debe a la caja de ahorro para que ella recupere la documentación de su casa que dejó en garantía de pago y la cual está a punto de perder porque Kim González no le ha entregado ni un sólo peso.

Por tal motivo lo denunció ante el Ministerio Público (124/3a./2013), donde por poco no le reciben su queja e incluso, la denunciante mostró un documento, firmado el 5 de abril pasado, donde ante la oficina de Atención Ciudadana de la SSP Kim González se comprometía a efectuar los pagos de la deuda que contrajo y por la cual doña Lourdes está a punto de perder el predio número 928 de la calle 67-J del fraccionamiento Nueva Mulsay, porque ya hasta hay una orden de embargo.

Recordó que en febrero de 2011, su compadre Kim González, pues se encuentra casado con su media hermana Elda Guadalupe Ruiz Cauich, pidió que le prestara los documentos de su casa para pagar los gastos funerarios de un sobrino, por los cuales obtendría 20 mil pesos.

Sin embargo, el agente policial no sólo no devolvió el dinero, sino que pidió 120 mil pesos de préstamo.

Desde esa fecha, no ha pagado ni siquiera una letra del préstamo y en cambio puso una flamante casa con todo y piscina.

Cuando acudieron a firmar el documento a Atención Ciudadana, Kim González, que tenía el cargo de comandante, se comprometió a cumplir y dijo que estaba esperando que lo liquidaran, pero en vez de eso lo degradaron, porque también abusó de la confianza de sus superiores.

Doña Lourdes asegura que ha parado tres veces en el hospital por problemas de la presión, por los sustos que ha recibido al saber que ya está a punto de perder su patrimonio, mientras el cumplido agente se remoja tranquilamente en la malhabida piscina.