¡Sí se puede! ser madre, estudiante y profesional

El sueño de Silvia Molina Belausteguigoitia es expandir su negocio de diseños para vestir a varones de cero a 5 años en BatianBabyBoy.

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"Crean en su idea, hagan todo lo posible para concretarla, tienen todos los medios, hay incubadoras hay gente conocedora y hay que acercarse. Cuando te ciegas hay mentores que te ayudan a ver aspectos que uno no toma en cuenta", dijo Silvia Molina Belausteguigoitia, fundadora de BatianBabyBoy. (Amílcar Rodríguez/Milenio Novedades)
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Cecilia Ricárdez/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Dedicar tiempo a cada proceso para reducir las equivocaciones y mejorar resultados son algunas de las lecciones más importantes que ha aprendido Silvia Molina Belausteguigoitia, fundadora de BatianBabyBoy, una firma enfocada a varones de cero hasta cinco años. 

Desde hace tres años creó el negocio, en el periodo que se estrenaba como madre y era estudiante de la carrera de psicología, junto a sus hijos ella también ha crecido como profesional, empresaria y mamá, para administrar sus recursos y tiempo para lograr el éxito.

Se inició creando diseños para sus bebés, captó la atención de interesados y al publicarse en Instagram comenzó a recibir pedidos del Estado y otros puntos de la República Mexicana. Con su visión atendió un problema de las mamás de varones con pocas opciones de vestido y fortaleció su modelo de negocios al ser una de las seleccionadas de la primera generación de Startup México Campus Mérida, albergado en el Parque TecniA.

¿Cómo descubriste en la industria de la ropa para bebés tu oportunidad de negocio?

A los 17 años me gané una beca para estudiar en Milán diseño de modas por un año, allí me gustó todo el tema, pero no seguí con esa carrera y luego me decidí por la licenciatura en psicología. Mientras estudiaba tuve a mis dos hijos, y me di cuenta que no había mucha oferta de ropa para niños,  porque en las tiendas lo que más encuentras es para niñas y lo que encontré no era cómodo, las prendas no los dejaban moverse bien, en fin. Para resolverlo comencé a hacerle ropa para ellos y luego la gente me empezó a preguntar por las piezas, entonces decidí hacer la marca.

Entonces mientras estudiaba, nacía mi negocio y atendía a mis hijos, apenas acabo de terminar la carrera de psicología, pero estoy enfocada 100 por ciento a la marca y mi familia.

El nombre Batián es por mi primer hijo Sebastián (3 años) y el logo del patito de hule es por mi segundo hijo Patricio (2 años).

Esto porque es exclusiva para los varones, para que las mamás que sólo tienen niños también tengan una buena experiencia de compra. 

¿Introducción al mercado yucateco?

El destino me fue llevando, comencé a publicar en redes sociales y  me empezaron a escribir de diferentes estados. Desde Instagram empezaron los pedidos, hicimos open house, expos, luego poco a poco abrimos puntos en Chetumal, Cozumel, Tampico y Mérida.

¿Cómo resolviste el tema del dinero?

Empecé invirtiendo poco, y de lo que vendía, reinvertía, no quería al principio arriesgar demasiado, quería ir probando qué tanto le gustaba al mercado y meterle más dinero. El tema de inversionistas no me parecía porque quería experimentar todo el proceso de emprendimiento con libertad para las decisiones, desde hacer una colección de 1800 piezas, etiquetarlo, sacar costos, etc. estaba involucrada en todas las áreas. Lo hacía sola, con tareas en la escuela y mis dos hijos. Sí se puede, y eso les comparto a otros emprendedores, cuando realmente te apasiona, sacas fuerzas de donde sea.

¿Qué buscas en los elementos de tu equipo?

Busco gente comprometida, que amen lo que hacen en el área que tienen, además al ser justo con el pago, me gusta tener un buen ambiente, soy flexible con los tiempos mientras haya resultados. Somos dos personas en producción, una en admistración, en diseño estoy yo. El taller está en Chuburná, de recién nacido hasta cuatro a 5 años

¿Cómo te ayudó la incubación?

Honestamente, yo no creía en el tema de inversionistas, estaba convencida de que quería hacer crecer mi negocio con recursos propios que la misma empresa produjera. Pero con mis estudios previos de diseño de moda y cursando psicología, sabía que lo que tenía que reforzar era el área administrativa y escuché sobre Startup México, fui considerando el tema de financiamiento pero lo mejor para mí fue el entrenamiento en lo legal, financiero, en fin, para que el negocio crezca con conocimiento pleno del mercado.

¿Cuál consideras tu ventaja competitiva de tu negocio?

Diseños diferentes a lo que hay en el mercado, uso de puras telas naturales, pensando en la comodidad del niño para moverse y también en su imagen, para que tenga varias opciones para vestirlos. Otra ventaja es el precio, ofrecemos una alta calidad y accesible respecto a otras marcas del mercado.

¿Cuáles son tus siguientes pasos?

Quiero un lugar, showroom, promoverme como una tienda fija, estudiar bien el tema de la producción para hacer lo que se vende para evitar la merma,  afinar el tema de los puntos de venta para cambiar el esquema.

¿Cuáles consideras las lecciones más significativas?

No hacer las cosas con velocidad, porque cuando se te juntan la familia, la escuela y el negocio, por querer hacer todo rápido, cometes errores muy grandes. Aprendí la importancia de la estandarización, pero sobre todo hay que darle su tiempo a cada proceso y estudiar, analizar, evaluar, cuidar cada detalle.

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