Empresario con responsabilidad social

El emprededurismo es un estilo de vida que no sólo se aplica a los negocios sino a proyectos diarios de las personas: Guillermo Medicuti.

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Guillermo Mendicuti considera que la responsabilidad social forma parte de la actividad empresarial. (Milenio Novedades)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- La responsabilidad social está implícita en la actividad empresarial, es la máxima del ejercicio profesional de Guillermo Medicuti Loría, presidente de la Fundación del Empresariado Yucateco, A. C.

La organización conjuga al sector privado en acciones a favor de desarrollo humano y social, a partir del empoderamiento de las organizaciones de la sociedad civil

Guillermo también encabeza Grupo Gamas, asegura que el emprededurismo es un estilo de vida que no sólo se aplica al tema de los negocios sino a todos los proyectos que integran el quehacer diario de las personas. 

Convencido que en su caminar también tiene huella la Providencia, además de participar en actividades empresariales y sociales, es un integrante activo de la Iglesia Católica.    

Emprendiendo con la familia

“Mi padre (Ernesto Mendicuti Peniche) siempre nos decía que independientemente de la carrera que eligiéramos, nunca dejáramos de ser emprendedores y él predica con el ejemplo, hoy a sus 82 años sigue siendo emprendedor y mis hermanos son empresarios en diferentes giros”, recordó sonriente.

Destaca de su experiencia que de su familia aprendió los valores de la perseverancia, la honestidad y la actitud de fuerza para afrontar riesgos y levantarse después de los fracasos.

“Trabajo desde los 17 años, tuve la oportunidad  de laborar en diferentes ámbitos, estuve en el sector agroindustrial, fue una experiencia muy rica por el contacto con la naturaleza y la gente del campo, también en la industria de los servicios. Posteriormente, en el marco de la crisis del 94–95, contraje nupcias y con mi esposa Arlet (Rufino Simón de Mendicuti) emprendí el negocio y decidimos poner un punto de venta de alimentos. En julio de 1996 abrimos el restaurante (Trompos) en Plaza Dorada”, comentó volviendo la mirada a sus inicios.

Este año cumplió 18 años el negocio, contando incluso con empleados que trabajan desde el primer año de fundación y para apoyar su evolución creó, junto a su esposa, el Instituto de Formación Asociación y Logros (IFAL) para que desarrollen sus fortalezas, aptitudes y se desenvuelvan en las plazas en el que se sientan más plenos y puedan crecer junto a sus seres queridos.

“En mi familia educamos con el ejemplo, nunca  orillaré a mis hijas a ser empresarias, pero sí emprendedoras porque es una cultura de vida, y creo que hemos dado muestra de tenacidad y emprendurismo todos los días”, abundó.

Evolucionando juntos

“Emprender en familia es un protocolo que seguimos casi el 95 por ciento de las empresas de nuestro país, y en la gran mayoría en todo el mundo. Ha sido una experiencia de vida, porque hoy mis hijas tienen un conocimiento amplio de cómo funciona la organización, por eso tenemos la visión de que la temporalidad de una empresa puede ir más allá de lo que vive una persona, la empresa no debe sujetarse al tiempo de vida de sus fundadores, por eso entré al Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (Ipade), para procurar la sustentabilidad de la empresa”, apuntó.

Añadió que en el Instituto Mexicano de Mejores Prácticas Corporativas tomó un seminario de gobierno corporativo para sellar los pasos y crear esta figura en su propia organización.

“Ya no pertenezco a la dirección desde febrero pasado; estamos en la conformación de un consejo consultivo, tenemos 900 familias en la planta laboral y en los cuatro núcleos del grupo, es una responsabilidad para cuidar el patrimonio económico y generador que tienen en el Estado.

"Con la instalación del gobierno corporativo, un órgano autónomo, se desliga la empresa del empresario. Es como los cruceros, donde podrán estar los propietarios del barco junto a los demás pasajeros, pero no porque se encuentren una bella isla en el camino los dueños le darán la indicación al capitán que se detenga, porque el capitán obedece a unas cartas de navegación, a un consejo profesional al cual le rinde cuentas, los propietarios no pueden cambiar el rumbo del barco, para eso hay un grupo de especialistas y gente con experiencia. Uno como propietario si no comprende eso puede volver vulnerable la organización por muchos factores, independizar a la empresa es parte de lo que se busca”, explicó.

Responsabilidad social 

“La responsabilidad social viene implícita en la responsabilidad empresarial, porque al ser empresario somos parte de una sociedad. En nuestro caso, iniciamos como una organización responsable con el equipo humano que tenemos, al grado que hay personas que a 18 años de distancia de la fundación siguen con nosotros, y conforme fuimos desarrollándonos, fuimos adoptando buenas prácticas”, expresa.

Recordó que fue hasta hace ocho años, cuando egresó del Ipade, que conoció el caso de éxito de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (Fechac), una iniciativa que resume la visión de la Fundación del Empresariado Yucateco, organización inspirada en la de los hermanos del norte y que ayuda a definir el desarrollo social de un Estado. La Feyac fue creada por un grupo de empresarios que al igual que los norteños desean aportar a la sociedad. 

“Puedo asegurar que ser empresario ético y socialmente responsable es rentable, sí se puede, algunos dicen que se ganaría más dinero al no serlo, probablemente, pero no es mi elección”, apuntó.
Fundación del Empresariado Yucateco, A. C. 

“Lo que buscamos es el fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil, la Feyac es una institución de segundo piso, no queremos competir con las que ya funcionan en el Estado, somos su brazo de apoyo. También apoyamos medidas de salud, educación y combatimos la pobreza alimentaria”, explicó.

Como presidente de la organización encabeza programas para cumplir los objetivos, con las iniciativas colectivas enfocadas a un sector vulnerable, los ayudan en el proceso de institucionalización y los integran a una dinámica de procuración de recursos orientándolos a conseguir los fondos que necesitan. También los forman para profesionalizar el llamado tercer sector (organizaciones de la sociedad civil). En lo que va de 2014 han  procurado más de 12 millones de pesos  a las organizaciones de la sociedad civil.

Destaca también su programa  Ampliando el Desarrollo de los Niños (ADN), que propone la extensión de horarios en escuelas en regiones o comunidades donde la marginación hace presa de las familias y encausa a los jóvenes al camino de la exclusión social.

De esta manera abonan al cambio de visión de los beneficiarios al darle perspectivas diferentes de la vida, para que tengan una conciencia más clara de su futuro y de cómo ser un ciudadano.

“Se ha vuelto transformadora, es una franquicia que trajimos de Chihuahua. En el programa ADN el horario escolarse extiende cuatro horas más, esto ayuda a la reconstrucción del tejido social, porque se genera un ambiente de respeto”, concluyó.

Perfil
  • Guillermo Mendicuti Loría nació el 29 de noviembre de 1971 
Trayectoria
  • Es presidente de la Feyac
  • Fue presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera, Presidente de Consejo Coordinador Empresarial, y de Consejos en Centros Comerciales 
  • Actualmente es consejero de instituciones bancarias
  • Formalizará en 2015 el Consejo Consultivo del Grupo Gamas, del que formará parte.
  • El corporativo tiene presencia en Yucatán, Campeche y Tabasco. Está formado por los restaurantes Los Trompos, la procesadora de alimentos Marlet, el instituto IFAL y Detei, dedicada a desarrollo de tecnologías innovadoras.
  • Galardón a la Responsabilidad Social, entregado por el Instituto Mexicano de Mejores Prácticas Corporativas.

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