Jaime Tetzpa/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Yucatán se perfila como un destino con alto potencial para el desarrollo de la agroindustria y las empresas dedicadas a la producción de energías renovables.

De acuerdo con expertos, la innovación tecnológica es favorable para la migración de capital agrícola, ya que el subsuelo ha dejado de ser impedimento para el cultivo, mientras que su posición geográfica le permite ser el segundo lugar con mayor radiación solar del país, con la ventaja de que el primero es un desierto.

El titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jorge Carlos Ramírez Marín, destacó las ventajas de la entidad ante el desarrollo a corto y mediano plazo, por lo que invitó a los grupos colegiados a sumarse a la creación del Instituto de Evaluación y Fomento de Políticas Públicas, para establecer las reglas que permitan un crecimiento ordenado. 

Precisó que en Yucatán existen fortalezas reales, como el fenómeno de la migración de capital agrícola. 

“Sucederá lo mismo que ocurrió con las manufactureras, se introducen nuevas técnicas y muchos productores yucatecos ya tienen sistemas de riego revolucionados, copiando los que traen inversionistas extranjeros, incluso para el tratamiento del suelo”, añadió. 

Explicó que si a esto se suma la posición geográfica del Estado, que le permite conectividad por vía aérea, terrestre y marítima, cualquier producto puede ser enviado a dónde sea. 

“La agricultura en el norte del país tiene severos problemas en dos sentidos: el agua y el sol, cada vez hay menos agua y los ciclos agrícolas de Sinaloa, Coahuila, Nuevo León y Durango se ven en serios dilemas; en cambio, la sequía en Yucatán no puede equipararse con lo que se ha registrado en el norte”, señaló.  

El secretario apuntó que para dimensionar el problema, basta señalar que en Baja California están sacando agua a casi tres kilómetros de profundidad, y son mantos inestables, ya que se agotan en cualquier momento, después de que hicieron una inversión de millones de pesos.

“En cambio, en Yucatán, haces un pozo en donde sea y obtienes agua en cualquier momento. A la fecha, tenemos registros de que alrededor de 25 mil hectáreas ya fueron adquiridas ex profeso para el desarrollo agrícola y por increíble que parezca, en el sureste del país será más barato ahora sembrar trigo, maíz, sorgo y soya. 

Otro de los valores intrínsecos del Estado es el interés de los empresarios por la producción de energías renovables, sector en el que se prevé un “boom” ante la apertura del gobierno federal al capital privado. 

“Yucatán no es un territorio que posea gas o petróleo, pero es el segundo lugar con mayor radiación solar del país, eso le da valor agregado y rentabilidad para la instalación de plantas de energía solar, pues ya hay empresas interesadas en comprar terrenos solo para instalar paneles solares porque el suelo es muy barato”, aclaró.

Apuntó que la ecuación es simple: una planta necesita agua, suelo y sol. “La conclusión es que el sol no se puede comprar; el agua no se puede inventar, por tanto, lo único que se puede “crear” es el suelo y algunos productores están moliendo la piedra, poniendo microorganismos diseñados específicamente para el Estado, mientras que otros con su propio sistema de sustratos están alcanzando niveles de producción muy semejantes a los que hay en el norte del país”.