Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hoy es día de presentar los relatos que nos envían los lectores de esta sección, y toca turno a don Braulio Mena Monforte, de la ciudad de Tizimín y quien platica un caso reciente que vivió en carne propia en un parque conocido como “de la Aviación”.

“Les envío el presente correo porque soy lector asiduo de esta sección y mi familia me convenció para que cuente un caso que viví con relación a los fantasmas. Debo decirles que tengo 58 años de edad y fue en el parque de la Aviación que se ubica a la entrada de nuestra bella ciudad de Tizimín.

“Lo que les contaré me pasó hace unos dos años cuando mucho. Por cuestiones familiares con frecuencia pasaba cerca de ese parque porque era mi paso para ir a visitar a mi hija, la cual había dado a luz e iba a ayudarla junto con mi esposa con el quehacer, ya que su marido trabaja todo el día.

“Una tarde, eran como las seis, aún había sol y estaba claro todo, vi a un señor de edad avanzada sentado en uno de los columpios, lo que me llamó la atención, ya que nunca lo habíamos visto por ahí y su pelo era completamente blanco como Santa Claus. Mi esposa decía que no lo veía y yo le decía que cómo iba a ser si estábamos a menos de 15 metros de ahí.

Desapareció el anciano

“Cuando pasamos de largo, a los pocos instantes volteé a ver y ya no había nadie, lo que se me hizo muy insólito porque no había dónde se hubiera ocultado.

“Aún sorprendido, seguimos de largo porque teníamos prisa por llegar a ver a mi hija y fue hasta una semana después que se lo conté, tanto a ella como a una de sus vecinas, quien sorprendida me dijo que yo era un testigo más de esa aparición, pues al menos ocho personas más del rumbo lo habían visto también.

“Por si fuera poco, la vecina comentó que también suceden otras cosas ahí, ya que varias personas que viven en las inmediaciones del parque de la Aviación presenciaron, aproximadamente a la medianoche, en el mes de octubre del año pasado, un fenómeno paranormal: el columpio ubicado en este sitio se estuvo meciendo por sí solo durante más de media hora.

“Lo anterior causó gran expectación entre los habitantes que fueron testigos de este misterio, y el hecho corrió como reguero de pólvora por toda la ciudad. Los primeros en presenciar este suceso fue una pareja que acostumbra vender perros calientes y hamburguesas a un costado de la calle 45, frente a los cuales, los juegos infantiles están directamente a la vista de ellos, vieron que uno de los tres columpios que hay en este lugar se mecía sin que nadie lo empujara o moviera.

“Entonces avisaron a Ignacio Chi Tun, quien relató que eran como a las 11:30 de la noche, cuando se lo dijeron y le pidieron que mirara hacia el parque infantil, y vio cómo se mecía el columpio aunque no había nadie; en eso pasó una señora de nombre Marlene y la llamaron para que presenciara ese fenómeno.

“Doña Marlene Castillo Cauich explicó que regresaba a su casa cuando los vecinos le llamaron y le pidieron que mirara hacia los juegos infantiles y vio que se movía el columpio y tampoco había nadie.

Sin prueba de truco

“La señora Marlene se quedó observando con más detalle para ver si podía percibir a alguien que lo moviera, pero sólo alcanzó a ver que el columpio se mecía con mayor intensidad. El columpio está ubicado a un costado de una cancha, es el de color rojo.

“Después vino un señor con su esposa y le dijeron que también viera hacia allá y obtuvieron la misma respuesta, ¡el columpio se estaba meciendo por solo!

“Una persona mencionó que siempre acostumbra ir con sus nietos a jugar en este lugar, pero debido a este fenómeno le ha entrado el temor de llevarlos. Los que presenciaron este fenómeno explicaron que no es la primera ocasión que se ve que el columpio se meza solo. Otras personas aseguran que es mal viento”, concluyó su relato.