Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hoy presento un relato tan triste como impactante que enviaron hace unos días a mi correo electrónico, luego de una breve plática telefónica con la protagonista del caso:

“Actualmente, tengo 28 años y hace algún tiempo pasé por una situación que verdaderamente no se la deseo a nadie. Estuve embarazada y tuve una serie de problemas con el que iba a ser papá del bebé que esperaba, ya que mi bebé lo perdí por causas que -según me dijeron- no eran muy comunes, pero que suelen pasar.

“Después de que me dieran de alta en el Hospital O'Horán de Mérida, hasta ese momento yo no había llorado, aunque sí tenía y tengo una gran tristeza dentro de mí porque no aceptaba haber perdido a mi bebé. Así que regresé a mi casa y tan pronto llegué me encerré en mi cuarto y no quise salir ni tampoco ver a nadie. Fue tanta mi tristeza que un día así, sin más ni más, rompí en llanto.

“Empecé a culparme por lo que me había ocurrido. Todas las noches me acostaba y despertaba llorando. Me aparté de todos, incluso de mi familia, perdí peso excesivamente, no dormía bien, no hacía nada de lo que antes me gustaba hacer.

“Hasta que una noche me recosté -llorando por supuesto- y en ese tramo de entre dormida y despierta escuche a un bebé llorando y me dije a mí misma: '¿Me estaré volviendo loca, ¿qué es esto, un sueño? Estoy despierta’. Tenía una gran desesperación en ese momento.

Rezos de origen desconocido

“Pero ahí no acaba todo: la noche siguiente me acosté a descansar; por cierto, mi cuerpo estaba tan débil que quedé totalmente rendida, por lo que creo que me dormí profundamente, cuando ya de madrugada volví a escuchar unas voces, aunque éstas se escuchaban muy lejanas, yo sí entendía lo que estaban diciendo. ¡Estaban rezando!

“Al otro día me levanté con un llanto tan horrible, que mi mamá tuvo que llevarme a un médico para que me tranquilizara o algo así. En fin, a lo que quiero llegar es a una respuesta. ¿Pudo ser verdad lo que escuché o sólo era la profunda tristeza y todo el cansancio que tenía entonces? ¿Pudo ser un ser de otra dimensión tratando de aliviarme o ayudarme? ¿O simplemente estuve al borde de volverme loca y todo eso fue como un mecanismo de defensa de mi cuerpo?

“Hasta ese momento no le di mucha importancia, preferí creer que simplemente fue mi sugestión por la tragedia que viví, pero hace apenas unos días mi mamá me confesó algo que en verdad me ha hecho dudar.

“Ella, en ese entonces, se quedó varios días a dormir conmigo, pues no querían dejarme sola por cualquier cosa que llegara a necesitar; y me dijo que en esos días ella también escuchó los llantos de bebé y los rezos…

“Al grado de que incluso se acercó a mi cuarto para ver si no había metido a un bebé o a personas que estuvieran rezando, ya que se escuchaba como si fueran varias rezadoras, no sólo una, pero mi mamá me decía que al acechar sólo me veía a mí completamente dormida.

“Lógicamente, en ese entonces, no me dijo nada para no preocuparme, pero esto pasó al menos unas cuatro o cinco veces; se atrevió a decírmelo hace poco porque ella considera que ya lo he superado, de esto ya pasaron casi ocho años y pues decidí compartirlo con los lectores, porque creo que la única explicación de lo que ocurrió es que se trataba de mi bebé o de almas en pena que estaban rezando por su alma.

“Muchas gracias y espero entiendan que prefiero omitir mi nombre, pero les juro que ésta es una historia real que viví en carne propia”.