Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Un caso sorprendente ocurrió en la villa de Halachó a principios del mes pasado, algunas personas escucharon disparos en el interior del cementerio de esta población de Yucatán, la cual colinda con el estado de Campeche.

Pero este reporte no se trata, aunque así pareciera, de una nota policiaca, ya que los disparos no fueron hechos por personas de este mundo, al menos así lo aseguran los testigos.

Rafael Mézquita comenta que el 1 de diciembre acudió junto con su familia a llevar flores a su abuelo, quien está enterrado en ese panteón, pero en un momento dado, todos los ahí presentes (cinco personas) escucharon varios disparos hechos al mismo tiempo.

“Mi papá estaba con nosotros, él fue militar y dice que el sonido sí era de disparos de armas y no de voladores, petardos u otra cosa parecida; lo que nos llamó la atención que se escucharon varios como si fuera disparado por un pelotón de fusilamiento, o bien, las ceremonias honoríficas de aniversario o luctuosas”, comentó Rafa.

Luego de confirmar que no hubiera nadie ni dentro ni fuera del cementerio (eran aproximadamente las 11 de la mañana), mi entrevistado asegura que se volvió a escuchar pero más fuerte como si hubieran disparado en el interior del mismo.

Cuando acudí a este sitio para verificar los hechos hice un recorrido por este camposanto y para mi sorpresa descubrí que existe un pequeño mausoleo dedicado a “Los fusilados de Halachó” y están pintados los nombres de Tomás, Evaristo y Manuel Cab, Susano Cauich, Isidro Hoyos, Gabriel Lara, Rafael Manzanero, Indalecio Mis, José Pech y Evaristo Yah, quienes fueron las presuntas víctimas o mártires, y están enterrados ahí.

Centenario de la tragedia

Pero lo que más sorpresa me causó fue ver la fecha en que ocurrió esto: el 2 de diciembre de 1911, es decir que la familia que escuchó los disparos estaba sin saberlo un día antes de que se cumplieran 102 años del aniversario de esa tragedia.

Es muy posible que lo que escuchó la familia fueran de cierta forma, las manifestaciones paranormales de uno o varios de estos difuntos, quienes lo último que escucharon en vida fueron los disparos del pelotón de fusilamiento en la época de la Revolución mexicana.

De hecho, tan sólo en Yucatán se cuentan por decenas la personas asesinadas de esa forma durante el gobierno presidecialista de Venustiano Carranza.

Otras dos personas que entrevisté y que viven en Halachó comentan que años antes ya habían escuchado el mismo reporte, siempre proveniente del interior del panteón.

“Hay quienes dicen que son cazadores que están por el monte que colinda ahí, pero esto no es posible porque se escuchan varios disparos al mismo tiempo, como si fuera un pelotón, y en cambio los disparos de los cazadores son esporádicos e individuales”, dijo.

Cabe destacar que cuatro años después (1915) ocurrió en esta misma población, el famoso caso del “fusilado de Halacho”, en donde don Wenceslao Moguel recibió ocho balas, más el tiro de gracia en su fusilamiento y logró vivir para contarlo no sólo a sus paisanos, sino también en giras que hizo por EU a petición del no menos famoso Robert L. Ripley, quedando inmortalizado en los periódicos de la época, en la revista “Aunque usted no lo crea” e incluso en un libro.