Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Yucatán tiene casi 250 cementerios ubicados en sus 106 municipios y sus respectivas comisarías, y los casos de fenómenos paranormales, sucesos extraños y leyendas que ocurren en ellos son prácticamente inagotables.

Hoy por primera vez hablaremos del panteón del municipio de Abalá, el cual ya he visitado en un par de ocasiones y vaya que tiene sus casos muy peculiares.

Lo primero que me llamó la atención es que casi en frente se encuentra un cenote, en el cual los abaleños y vecinos de poblaciones cercanas acuden a bañarse los fines de semana o bien cuando el calor arrecia. Según me platicaron, desde ese mismo sitio han podido ver cosas raras:

“Una vez nos estábamos bañando en el cenote, eran como las seis de la tarde y de la nada aparecieron cuatro personas vestidas de negro que estaban en la puerta del cementerio; se veían reales, pero se nos hizo raro que estuvieran vestidas así y de pronto desaparecieron.

“Pensamos que entraron al cementerio, pero mis dos amigos que están medio locos y no son miedosos se aproximaron, entraron y no vieron a nadie, el cementerio es pequeño y no había forma que se hubieran salido del otro lado o que se hubieran escondido.

Testigos de las almas en pena

“Tiempo después nos enteramos que este fenómeno ya se había dado en otras ocasiones y ya los han visto tanto las personas de Abalá como los que vienen a bañarse al cenote, se comenta que podría tratarse de las almas en pena de unas personas que murieron en un accidente hace tiempo”.

En cuanto a esto último, pude averiguar a que finales de los años noventa hubo un terrible accidente en la carretera Abalá-Mérida, pues se estrelló un camión de pasajeros con una Van que viajaba con sobrecupo; la vía estaba en reparación y además acababa de llover, por lo que el pavimento estaba mojado, lo que se combinó para esa tragedia en la que murieron 16 personas, varias de ellas nativas de Abalá.

Por ese motivo, se afirma que las almas en pena que se ven en la puerta del panteón son de las personas que murieron en el accidente, y aún no se dan cuenta que ya fallecieron y que ya no pertenecen a este mundo.

Por cierto, como dato adicional, las autoridades de Abalá me dijeron que a raíz del accidente se empezó a revisar con más rigidez el transporte de pasajeros en todo el Estado, pues antes se acostumbraba viajar con sobrecupo en muchas rutas foráneas y algunas personas viajaban unas encima de otras.

Lo que es de llamar la atención es que todas las personas que han visto a dichas almas en pena afirman que son cuatro y que están juntas, por lo que se trata del mismo fenómeno, y además siempre están en la parte de afuera, en la entrada principal, como si no quisieran entrar o tuvieran dudas.

El único dato que cambia un poco es que mientras unas personas afirman ver a las cuatro personas vestidas de negro, otras han dicho que las han visto con ropa más clara; en cuanto a otro tipo de descripción, todos son adultos y al parecer al menos tres son del sexo masculino.

Otro caso que me contaron en relación con el cementerio de Abalá es que ahí se encuentra enterrado un hechicero que murió hace varias décadas y por un tiempo lo veían rondar entre los pasillos del camposanto e incluso llegó a espantar a algunas personas durante un entierro que se realizaba ahí a mediados de los ochenta.