Jorge Moreno/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- De forma constante, jóvenes, adultos e incluso hasta niños, me preguntan cuáles son los lugares “más embrujados” de Yucatán, con la intención de ir a vivir una experiencia de “terror”; sin embargo, les explico que ir así nada más puede ser muy peligroso por varios motivos.

Precisamente de esto trata el caso que les presento hoy, pues en enero pasado fui a hacer una investigación a una casa abandonada por el rumbo de La Ermita de Santa Isabel en Mérida, ya que el dueño (vive en el norte de la ciudad) quería venderla o rentarla, pero los inquilinos siempre acababan huyendo, pues afirmaban que veían un espíritu que incluso les aventaba las cosas.

La casa desde hace dos años está vacía, e incluso algunos vándalos y malvivientes han entrado (rompiendo una de las puertas) para resguardarse ahí o para hacer sus fechorías; el caso es que fui, inicié la investigación y en pocos minutos los vecinos se dieron cuenta de que estábamos allí y al cabo de dos horas, cuando salí de la casa (acompañado por dos integrantes de mi equipo y por el dueño), casi una decena de personas estaban afuera con la expectación de saber que había ocurrido.

Para mi sorpresa, a los pocos días, recibo una llamada de uno de los vecinos, para pedirme (casi suplicarme) que si podía ir a su domicilio, porque su hijo y dos de sus amigos habían entrado, después de que nos fuimos, a esa vivienda y habían “cargado algo”.

Cuando acudí, esta persona me mencionó que luego de retirarme de esa casa, corrió pronto la voz de que la casa estaba embrujada y los jóvenes del rumbo, con tal de vivir una “experiencia paranormal” entraron para ver “fantasmas”, pero el problema fue que uno de los amigos de su hijo llevó una Ouija y empezó a "invocar cosas".

“No sé si fue sugestión o qué, pero empezaron a convulsionarse dos de las personas que estaban ahí, incluso a mi hijo le dio calentura y tuvo pesadillas, decía que una sombra negra lo había seguido y que le decía en su oído que hiciera cosas malas. La verdad, nos dio mucho miedo; fuimos a buscar a un Padre, pero lejos de ayudarnos nos regañó; fuimos con otro y ni caso nos hizo, sólo dijo que eran tonterías”, explicó.

Por todo lo anterior y tomando en cuenta que yo había ido recientemente a esa casa a sacar a un espíritu maligno y a desenterrar un muñeco vudú (magia negra) que estaba ahí, es muy posible que hayan “cargado” parte de la energía negativa; por fortuna tengo la “contra” para ello y la protección, y tras realizarla, ambos jóvenes quedaron bien.

Y es que en este caso, esas personas cometieron dos irresponsabilidades, por una parte se metieron sin permiso a una propiedad privada (lo cual aquí y en China de entrada es un delito) y por otra, se metieron a un sitio "embrujado" sin ningún tipo de protección, experiencia y para colmo con una Ouija y haciendo invocaciones satánicas que seguramente ni ellos entendían.

Por fortuna, esa experiencia no tuvo un final trágico, pero sin duda hay cientos de personas que a diario se meten a cualquier hacienda abandonada, casa embrujada o al monte en busca de vivir una experiencia paranormal pero sin la menor protección; como siempre digo, si lo van a hacer de todos modos, al menos lleven el protector “blicok” o los líquidos “anti embrujo” que uso para evitar cargar con algo negativo y que aventura no acabe mal.