Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hace pocas semanas  hablamos en esta sección de los “velorios en vida” que dos yucatecos intentaron hacer, como una nueva forma de rendirle culto a la muerte; y si muchos de nuestros lectores se sorprendieron con esa insólita situación, hoy presento unos velorios insólitos ocurridos alrededor del mundo que sin duda superan a nuestros paisanos.

Específicamente me refiero a cuatro casos que ocurrieron en Puerto Rico y que por la forma en que se han dado, quizás se conviertan en una moda el día de mañana.

Sobre su moto

El primer caso es el de David Morales Colón, quien fue asesinado por sicarios hace poco, cuando tenía apenas 22 años de edad en el barrio de Santurce, en la capital San Juan.

Sus familiares sabían que este joven era muy aficionado a las motos, y por ello se aparecieron en la funeraria con la motocicleta y exigieron que fuera velado sentado en ella, como si todavía estuviera cabalgando por las calles. 

Este caso fue ampliamente difundido no solo en esa ciudad sino en otros países y fue conocido como el caso de "El Muerto en Motora" o “El muerto en motocicleta”. Para realizar eso (observe la foto) no embalsamaron el cuerpo, pero los de la funeraria tuvieron mucho cuidado de que no se derramaran líquidos o fluidos corporales.

En un ring

Otro caso sorprendente es el del boxeador boricua Cristopher Rivera, quien soñaba con ser una estrella y disputar un título nacional, sin embargo la muerte rompió  sus planes ya que falleció en un accidente.

Sus familiares cumplieron la última voluntad del pugilista de una forma extraña, ya que pidió ser velado en un cuadrilátero, pero debido a que no se le dio permiso para llevar el cadáver a una arena (pues no era un boxeador conocido, según dijeron), la funeraria realizó algo fuera de lo común: embalsamó el cuerpo, lo vistió con su traje de boxeador, con guantes y bata incluidos, y lo pusieron de pie, en un pequeño escenario que simulaba un ring; una imagen sin duda estremecedora, ya que le acomodaron incluso los brazos como si estuviera en guardia; cualquiera que vea la foto sin leer esta nota pensaría que está vivo.

De pie y con ropa favorita

Otra caso parecido ocurrió el año pasado, con la muerte de un joven rapero de nombre Óscar Pantoja Medina, quien expresamente antes de morir pidió ser enterrado con su ropa favorita (lo cual no es poco común), pero con otra insólita petición, que fuera velado de pie y que nadie llorara ni estuviera triste, ya que consideraba ese momento como de transición y que sería feliz a partir de ese momento en otra dimensión.

En ambulancia

Por último presento el caso de Edgardo Velázquez, dueño de una empresa de rescatistas, quien falleció cuando uno de sus amigos accidentalmente le disparó con un arma; por tal motivo fue velado en el interior de una de sus ambulancias, sentado en la parte del conductor y con el uniforme de paramédico, para que pareciera que desde el más allá estuviera acudiendo a una emergencia tal y como hacía en vida.