Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hoy, día en que los lectores cuentan sus “Historias para no dormir”, toca turno a don Carlos Armando Vázquez Chablé, quien narra un impactante y triste caso verídico:

"Radico actualmente en la ciudad de Mérida pero hace como nueve años en Nacajuca, Tabasco, me sucedió lo siguiente: era el mes de febrero, mi esposa estaba enferma y ya desahuciada por un tumor maligno que tenía en la cabeza, el cual era inoperable; pues bien ese día yo estaba mirando televisión en la sala y ella estaba en el cuarto.

"Eran como las once de la noche, cuando de pronto volteé a mirar al exterior de la casa y vi a una persona completamente vestida de blanco que se dirigía a la puerta de mi casa, la cual tocó instantes después con tres golpes.

"Al escuchar los golpes me levanté y me dirigí hacia la puerta para ver quién era y qué era lo que se le ofrecía. 

"Como la puerta tiene un cristal en medio, todavía la pude observar desde adentro, vi que esa persona estaba parada afuera, junto a la puerta, no pudiendo observarle su rostro ya que lo tenía tapado con una especie de capucha, como las que usan los frailes, y tenía la cabeza inclinada; mi sorpresa fue que al abrir la puerta no había nadie.

Desapareció sin dejar rastro

"Salí hasta la calle porque la casa tiene un garaje sin reja y volteé por ambos lados de la calle y no había nadie, pero en ese momento sentí un aire frío y un escalofrío que me invadió en la espalda y un sudor frío al escuchar los aullidos de unos perros de enfrente ¿Cómo fue posible que desapareciera tan rápido? porque fueron escasos segundos para abrir la puerta.

"En ese momento entré al cuarto donde estaba mi esposa a ver cómo estaba, y la encontré un poco inquieta porque ella básicamente estaba inconsciente todo el tiempo. 

"Temprano al día siguiente lo comenté a mis amigos, que me dijeron que posiblemente había sido la muerte la que tocó la puerta para llevarse a mi esposa; quizás no fallaron en lo que me dijeron porque ella falleció esa misma tarde".

Hasta aquí el relato de don Carlos Armando, a quien ya tuve el gusto de conocer personalmente y también le agradezco que nos haya compartido esta experiencia paranormal y al mismo tiempo dolorosa.

He escuchado relatos similares en el sentido de que una persona vestida de blanco es vista en sitios donde se encuentra alguna persona desahuciada, de uno a tres días antes de fallecer.

Y a decir de las personas hay dos versiones sobre el motivo de estas apariciones, la primera es la que le comentaron sus amigos a don Carlos Armando (que es la muerte) y la segunda teoría menciona que es un ser querido que ya falleció y viene a buscar a la persona agonizante.

De este último caso recuerdo lo que me platicó un compañero de la preparatoria hace varios años, quien decía que un día antes de que muriera su abuela, ésta decía que su esposo (ya fallecido varios años atrás) estaba junto a ella y la había ido a buscar porque ya era hora de partir. Casualidad o no, la señora murió al día siguiente.