Entrevista: Rodrigo Berrón 'limpia' el negocio del carbón

El joven empresario revela su secreto para obtener esta materia prima a bajo costo y hacer la actividad sustentable.

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El joven hombre de negocios es licenciado en Administración de Empresas por la Universidad Iberoamericana. (Milenio Novedades)
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Oscar Rodríguez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- A sus 34 años, el yucateco Rodrigo Berrón Autrique se consolida en el mundo empresarial apostando al “negocio del futuro”, la producción del carbón vegetal. El joven hombre de negocios es licenciado en Administración de Empresas por la Universidad Iberoamericana y descendiente de una familia dedicada a la producción de miel.

Rodrigo inició su empresa hace más de 10 años, tras el paso del huracán “Isidore” (2002), cuando en el municipio de Conkal, a escasos 15 minutos de la capital del Estado, emprendió una nueva aventura empresarial, decidido a generar empleos y arriesgar su naciente patrimonio en la fabricación del preciado producto de manera sustentable.

“Ante la creciente demanda de carbón en el país es necesario dar un valor agregado al producto y orientarlo para que sea sustentable mediante planes de manejo ambientales”, sostuvo el dueño de unas de las pocas empresas que trabajan de manera legal en la entidad la explotación forestal y, al mismo tiempo, genera empleo a 40 personas.

El empresario envía al mes más de 40 toneladas de carbón a Querétaro, Tabasco, Puebla, Hidalgo, Guerrero y Jalisco, las cuales obtiene de proveedores de Campeche, Chiapas, Quintana Roo y Yucatán.  Su negocio lleva el nombre de “Don Carbón”.

¿Cómo opera el negocio del carbón en Yucatán?
Hay dos formas, como operan los demás, y como yo lo realizo. He tratado de marcar la diferencia, en el futuro, tarde o temprano, si no estás haciendo trabajo sustentable y no tienes los permisos, estarás fuera del negocio.

Visiblemente nervioso, el entrevistado juega con su computadora portátil mientras habla de cómo el carbón llegó hasta su empresa y cómo logró darle un valor agregado al producto, que en muchos sectores es considerado como un negocio sucio, clandestino y hasta ilegal.

¿Cómo mejorar la imagen del negocio del carbón?
Con los proyectos que traigo, haciéndolo sustentable. El carbón hace menos daño que la ganadería, lo que sucede es que cuando una persona hace carbón, pues existe una evidencia, en cambio cuando un agricultor, un ganadero grande, tumba 50 ó 100 hectáreas, simplemente quema y nadie vio nada”.

Recuerda los albores de la industria carbonera en el municipio de Campeche, donde vio el frenesí de los ejidatarios por obtener carbón vegetal. Al finales de 2007 la autoridad federal intervino por la depredación forestal que se dio; las empresas quebraron y tuvo que sobrevivir con una pequeña empresa que abrió en Yucatán.

¿Qué tan difícil es conseguir de manera legal la materia prima?
Es difícil, pero hay que darle ese valor agregado, ya que de lo contrario, tarde o temprano estás condenado al fracaso. Vivo de esto, y hay que hacerlo bien. Precisamente, por esa falta de materia prima, he desarrollado nuestro propio centro de producción y tenemos otros proyectos.

Una de las innovaciones que ha lanzado este empresario carbonero es buscar sinergias con las constructoras locales.

Las constructoras pagan por el cambio de uso de suelo, se realizan los desmontes y lo habitual es que ese recurso maderable se queme en el lugar, entonces busco hacer acuerdos con esas empresas para actuar como un contratista, y en lugar de que cueste hacer el desmonte y retirar la biomasa, toda esa madera la hago carbón; no les cuesta deshacerse de esa madera y además le doy un porcentaje por tonelada; para mí es la forma de no invertir en tierra, ni en permiso ni estudios.

¿También promueve que los ejidos se regularicen?
Tengo un estudio ingresado ante Semarnat, en un ejido en Valladolid; ahí se indica el aprovechamiento forestal maderable en tierras de uso común de ese ejido, estamos en espera de la resolución. Tenemos otro en Yaxcabá, el cual aún no se ingresa a Semarnat, pero los estudios ya están realizados.

En su bodega, un grupo de 20 trabajadores maquila carbón para diferentes firmas comerciales, es la forma en que ha logrado sobrevivir de manera legal en un mercado nacional donde los gigantes en la producción se encuentran en Nuevo León y Tamaulipas.

El destino llevó a Rodrigo Barrón, a sus 34 años, a dedicarse a otra “dulce actividad” a la que por generaciones su familia realizó; sin embargo, reflexiona en el futuro del producto maderable en la entidad: “Vender carbón sin valor agregado es como comercializar sólo petróleo crudo. Yo no, mi carbón es gasolina Premium, y así lo vendo”. 

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