Jesús Mejía/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- La crisis y el cierre de negocios que enfrentaban los productores yucatecos de zapatos apenas hace unos cuatro o cinco años quedó atrás: hoy se han convertido en los principales distribuidores  del sur-sureste del país con una producción sin precedentes de 50 mil pares de calzado a la semana.

Es el boom del sector industrial de Hunucmá y Ticul, de tal forma que el zapato yucateco surte a amplios mercados, desde Puebla e Hidalgo, la zona de Veracruz y Tabasco, Oaxaca, Chiapas y la Península de Yucatán, reportan algunos de los más de 300 pequeños, medianos y grandes productores.

Antes se preocupaban y se quejaban de la competencia de los artículos chinos. Ahora se ríen. Luis Azarcoya, miembro de tres generaciones  dedicadas a la producción de calzado, dice que los productos chinos son más baratos, pero de mala calidad. “Los clientes prefieren lo nuestro, vea usted qué calidad”, dice al tiempo que muestra un par.

Con más razón Ticul es llamada “La Perla del Sur”: El 80 por ciento de la población de Ticul, de unos 40 mil habitantes, está dedicada de manera directa e indirecta a la fabricación de calzado principalmente para dama, y no se dan abasto para atender al mercado nacional. También participan en este “milagro” productores de Hunucmá y Mérida, pero en menor escala.

Razones de éxito

• Los ticuleños exponen que son varias las razones de su éxito:  primero, ser exigentes en la calidad; segundo, la innovación constante e ir al encuentro con los clientes.  

Competencia desleal de los chinos

Por otro lado, con el propósito de contrarrestar la competencia desleal de los productos de origen chino a bajo precio pero de dudosa calidad y colocarse en la preferencia de los consumidores, 35 fabricantes locales montaron la Expo Calzado Ticul, con una oferta de más de 40 mil pares de zapatos. 

En la explanada sur del Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI quedó instalada una décima parte del total de los productores del municipio, donde operan cerca de 300 industrias de todos los tamaños, micros, pequeñas, medianas y grandes con 20, 30, 40 y hasta 50 trabajadores. 

Los distribuidores rebasaron las ventas obtenidas en la expo anterior realizada en mayo pasado, cuando comercializaron unos 25 mil pares de calzado. En esta ocasión vendieron unos 40 mil, la mayoría para dama.

Después de 20 años, aprendieron a hacer las cosas bien

Por otro lado, don Luis Azarcoya Piña, veterano zapatero de Ticul en entrevista afirmó que “los zapateros hicimos a un lado el dicho del ‘ahí se va’, que nos mantuvo en crisis durante 20 años; no avanzábamos, pero aprendimos a hacer las cosas bien, a ponerle ganas y cuidar la calidad”.

“Este dicho perjudicó durante unos 20 años a los fabricantes de calzado”, comentó en entrevista, mientras miraba un par de su negocio llamado “María Fernanda”.

Todo empezó a cambiar en los últimos cuatro o cinco años, cuando comenzamos a hacer las cosas bien. Ahora tenemos el apoyo de jóvenes emprendedores.

Añadió que forma parte de la tercera generación de una familia que siempre ha vivido del calzado, labor que inició su abuelo Antonio González hace más de 75 años y siguió su padre Luis Azarcoya con una zapatería llamada “Rossina”.

“El abuelo comenzó haciendo tres o cuatro pares de zapatos, los cuales salía a vender al mercado y a municipios cercanos. Luego mi papá viajaba a la Ciudad de México para organizar el envío de los materiales para los productores”, recuerda el señor.

“Antes no había marcas”, puntualiza el también expositor de la muestra instalada en las afueras del Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI. No duda en señalar que la situación ha mejorado en los últimos cuatro o cinco años. 

Para el fabricante, la clave de las ventas está en cuidar la calidad y los detalles, así como en las novedades, en las innovaciones y lo más importante el trato al público, finalizó uno de los más antiguos productores de zapatos, de Ticul.