La historia del duende poseído por el alma de un alux
Este personaje asustaba a los pobladores de El Cayal, municipio de Campeche.
Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hace tres años Enigmas publicó la historia de un “duende poseído” que habitaba en una casa en Campeche y que había causado bastante miedo en el lugar. Pues ahora este personaje se encuentra en Mérida, en la vivienda de un arquitecto que lo habría comprado como protección.
Se dice que este duente atemorizaba a la población de El Cayal, ya que incluso se movía en la noche, por lo que el equipo de Enigmas viajó el pequeño poblado para verificar el caso.
Al llegar a la vivienda, pudimos notar el altar construido para Balbino –el nombre de ese duende-, donde tenía, entre otras cosas, licor, cigarros y comida.
En ese entonces, Manuel Chan Dzul, hijo de Pastora Dzul y Leandro Chan, exdueños del duente, relató que todos los días acudían personas para visitar al duende y también compartió cómo lo había obtenido su familia:
“Un ingeniero en una ocasión regaló juguetes, pero ese duende nadie lo quería porque estaba feo y lo tiraron a un basurero. Entonces mi papá lo vio y me preguntó si quería que lo trajera a la casa, yo le dije que sí. Era como un juguete para nosotros, de hecho, al principio lo dejábamos en la calle, junto a la carretera, y como el duende está diciendo adiós, mucha gente que pasaba se espantaba”.
La explicación que nos da Manuel es tan sencilla como insólita: “Vino una curandera y nos dijo que como aquí es tierra de aluxes, el espíritu de un alux entró en el cuerpo del duende, y por eso en las noches baja. De pronto escuchamos que están rasguñando la lámina y es él que está cuidando la casa.
"Antes estaba amarrado, pero la curandera dijo que lo estábamos lastimando y que estaba sangrando, y ella nos sugirió que le pongamos una mesa o altar para que esté tranquilo.
“Una vez, cuando salí en el patio por la noche lo vi sentado en una silla y cuando me vio, corrió y se guardó. No me asusté porque ya estoy acostumbrado", contó Manuel.
Cabe mencionar que los pobladores que lo vieron en movimiento, aseguraron que el duende crece de tamaño cuando cobra vida, y llega a medir casi un metro.
También existen personas que incluso le piden favores para mejorar su salud y dicen que el duende cumple, como el caso de un señor de la población de Quetzal, que tenía piedras en los riñones y le pidió que lo curara, por lo que le dejó en ofrenda tres cigarros. El señor dijo que se curó.
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