Mérida, Yuc.- La próxima apertura de Ichkabal, zona arqueológica de Quintana Roo, “amenaza” con afectar el número de visitantes en Chichén Itzá, porque una cifra importante de turistas que llegan a ésta proviene de la entidad vecina, además de que los vestigios yucatecos ya requieren una intervención mayor para regular a los ambulantes y mejorar los servicios.

El presidente del Consejo Empresarial Turístico de Yucatán, Jorge Escalante Bolio, señaló que como prestador de servicios turísticos entiende que en Quintana Roo saben vender muy bien lo que les interesa y si su zona arqueológica es grande y cuenta con servicios e infraestructura que permita visitas en forma masiva, y la distancia de traslado es similar a la que se recorre para venir a Yucatán, sin duda impactará el número de visitantes que recibe Chichén Itzá.

El líder empresarial señaló que otros problemas y “no nuevos” que enfrenta Chichén, es que no se ha regulado la situación de los artesanos que están dentro de la zona arqueológica, además que necesita mejores servicios en el parador turístico.

“Si Quintana Roo abre un sitio arqueológico grande, con servicios que permita visitas en forma masiva, sí impactará en el número de visitantes que llegan a Chichén, porque si el tiempo de recorrido resulta menor y las pirámides son atractivas y tienen además infraestructura limpia y mejor, por supuesto que afectará”, dijo.

Indicó que habrá que ver a qué período de la civilización maya corresponde la estructura rescatada, porque eso se refleja en la arquitectura; por ejemplo, mencionó que Tulum corresponde a la época de decadencia de los mayas; mientras que en Chichén Itzá los mayas ya tenían la influencia de otras culturas, también está el caso de Uxmal y eso se refleja.

“Al nuevo atractivo, hay que sumarle el hecho de que si quieren vender excursiones a ese sitio, lo harán, porque es un tema que manejan bien, con creatividad”. 

“Así que una nueva apertura y en buenas condiciones de servicios, pondría a Chichén Itzá en términos de competencia muy desiguales, porque no se sabe si es mercado o zona arqueológica, porque aun no se controla el tema de los vendedores ambulantes”, dijo.

Escalante Bolio espera que su voz deje de ser la única que se levante en torno al tema, sino que otros líderes empresariales también se expresen, pues si bien directamente no están relacionados con el turismo, indirectamente sí lo están con la prestación y suministro de diversos productos y si Chichén Itzá pierde, habrá un impacto económico.

“Ni en las pirámides de Egipto, ni en Atenas, ni en ningún lado del mundo dentro o fuera de México que he visitado, tienen el problema de los vendedores ambulantes que tiene Chichén Itzá y ninguna tiene la necesidad de mejorar la infraestructura de sus baños, locales comerciales y servicios que se dan al turista”, concluyó.