Jorge Euán/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Para la Iglesia Católica, la Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la preparación a la gran fiesta de la Pascua y el tiempo del arrepentimiento de los pecados para vivir más cerca de Cristo.

Es por ello, que este Año de la Misericordia y en la víspera de la llegada del Papa Francisco a México, la Arquidiócesis de Yucatán invita a los fieles a ver en este tiempo de gracia la preparación para la participación de los feligreses en la Resurrección del Señor, a través de la penitencia personal y la celebración de los sacramentos, en especial la confesión, a través del cual se prepara nuestro camino a la Pascua del Señor.

Al respecto, la Dimensión Diocesana de Comunicación señaló que en esta Cuaresma coloca en el centro de la reflexión a María, modelo de una Iglesia que evangeliza porque es evangelizada, tal como señala en Papa Francisco.

“El Santo Padre nos invita a escuchar la Palabra de Dios y a participar en la iniciativa ‘24 horas para el Señor’, es decir, a que la Cuaresma de este año jubilar se viva con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios, como signo concreto de la cercanía y del perdón de Dios”, explicó.

Manifestó que el Papa Francisco “ve en esta Cuaresma un tiempo de gracia para practicar las obras de misericordia corporales y espirituales porque nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu”.

Puntualizó que las obras de misericordia son un modo para despertar la conciencia, muchas veces aletargada ante la pobreza y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia.

Como señala el Papa Francisco, la Cuaresma de este Año Jubilar es para todos un tiempo favorable para la conversión, por lo es fundamental pedir la intercesión de la Virgen María, que fue la primera que, frente a la grandeza de la misericordia divina que recibió gratuitamente, confesó su propia pequeñez, reconociéndose como la humilde esclava del Señor.

Explicó que éste es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna, y de alejar el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen al amor a Dios y a los hermanos. 

“En Cuaresma aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección”, puntualizó. 

Los 40 días

• La Cuaresma dura 40 días, comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. En la liturgia del domingo, los fieles se esfuerzan por recuperar el estilo de verdaderos creyentes.
• El color litúrgico de este tiempo es el morado, que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, penitencia, conversión espiritual y de preparación al misterio pascual.
• La Iglesia invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos exhorta a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo.