Cuántas veces nos hemos preguntado sobre la función de las hormigas en el ecosistema, qué las hace ser tan especiales en los procesos biológicos y sobre todo por qué aparecen siempre en todos lados sin importar la temperatura. A pesar de que las hormigas suelen producir rechazo, son insectos que nos pueden dar lecciones muy importantes.

Sería catastrófico si se extinguieran, habría un desequilibrio el cual produciría caos global. Los investigadores nos refieren que existen unas 168,000 hormigas por cada persona. Si no hubiera ninguna, el efecto sería muy grave. Los ecosistemas quedarían muy dañados, se deteriorarían rápidamente. Indirectamente se potenciaría la pérdida de otras especies.

En poco tiempo observaríamos una enorme acumulación de cadáveres de otros insectos. Estos animales controlan diversas poblaciones de invertebrados, tal es el caso de las depredadoras, las cuales ingieren pequeños bichos o incluso reptiles y su injerencia en el medio ambiente es maravillosa. Cerca de los trópicos, cualquier animal que no vuele o no pueda ir lo suficientemente rápido es presa de las hormigas.

La no existencia de estos seres de tres pares de patas dañaría muchísimo a los arácnidos, así como a algún vertebrado, como cerdos y osos hormigueros, que ya no podrían degustarlas. Sin hormigas, el planeta perdería gran parte de su diversidad biológica, pues cumplen un importante número de roles en el medio ambiente.

Hay plantas que necesitan tanto a las hormigas que segregan una especie de masa llamada elaiosoma dulce que contiene las semillas de algunas especies y cuya función es atraerlas para que se lleven esa semilla al hormiguero. Sin esta ayuda, muchas semillas no germinarían. Es cierto, no vuelan como las abejas, pero pueden cargar el polen hasta plantas cercanas, lo que permite la fecundación.

En resumen, debemos destacar que estos insectos juegan un papel muy importante en el equilibrio ecológico, ya que tienen un amplio espectro de alimentación que se asocia con numerosas especies de plantas y animales.

Además, incrementan la materia orgánica, mejoran la estructura del suelo, dispersan las semillas, depredan a los artrópodos y dispersan insectos en las raíces.