-Edad avanzada, diabetes mellitus, tabaquismo, sobrepeso y obesidad, colesterol elevado e hipertensión arterial, principales factores de riesgo para embolias.

José Salazar/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Con corte al 13 de octubre, cifras de la Secretaría de Salud indican un incremento del 16 por ciento en los casos de infartos cerebrales con respecto al año pasado, pasando de 461 casos a 536 (307 hombres y 229 mujeres).

Esta cifra se encuentra cercana al número de casos con que concluyó 2017, que fueron 593 (332 hombres y 261 mujeres.

Especialistas señalan que el desconocimiento acerca de la Enfermedad Vascular Cerebral (EVC) conocida comúnmente como embolia o infarto cerebral, puede ocasionar que el paciente sea atendido cuando ya es demasiado tarde y, en consecuencia, sufra daño neuronal irreversible.

La incidencia de estos eventos en Yucatán es de 230 casos por cada 100 mil habitantes.

Daniel López Tapia, presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencias comentó en entrevista con MILENIO NOVEDADES, que la EVC es la cuarta causa de muerte y es la segunda causa de demencia en adultos, solo después del Alzheimer, por lo cual considera que de la misma forma en que se creó el programa “Código Infarto” para atender infartos agudos a miocardio, se cree un “Código Cerebro”, para atender de forma oportuna los casos de embolias.

Explicó que para una persona que sufre un evento cerebrovascular, el tiempo que transcurre entre la aparición de los primeros síntomas hasta el momento en que recibe el medicamento adecuado por parte de los servicios médicos es vital.

“Este padecimiento neurológico ha ido en aumento debido al envejecimiento de la población y a factores de riesgo como diabetes mellitus, tabaquismo, sobrepeso y obesidad, colesterol elevado e hipertensión arterial, que presentan altos índices entre la población yucateca”, advirtió

“En nuestro país esta enfermedad precisa de un tratamiento proporcionado por equipos de atención especializada en el área de Urgencias de hospitales públicos y privados. Los infartos cerebrales se asocian con secuelas graves y permanentes, pues afectan el movimiento (parálisis), la memoria, la comunicación, las emociones y la calidad de vida de quienes los sufren”, puntualizó el especialista en urgencias médicas.

El alto costo de sobrevivir a una embolia

También mencionó que cinco de cada diez de quienes sobreviven a esta condición quedan con un mayor o menor grado de incapacidad funcional y un tercio de ellos precisa ayuda de cuidadores para realizar sus actividades básicas, lo que genera a la familia gastos superiores a los 630 mil pesos anuales.

“Un evento cerebrovascular puede ser isquémico (agudo o transitorio) si se produce por el bloqueo de una arteria del flujo que lleva sangre al cerebro debido a un trombo o coágulo; o bien, hemorrágico, cuando se rompe un vaso sanguíneo".

"Ambos son una emergencia médica, el 80% de los casos son por infarto cerebral isquémico cuyos síntomas se pueden resolver con mejor pronóstico de recuperación, mientras que el hemorrágico requiere de complicadas intervenciones quirúrgicas y la rehabilitación es más lenta e impredecible”, aseveró.

Indicó que si bien se tiene una ventana de aproximadamente 4 horas y media desde que ocurre un evento de este tipo hasta que se llega a los servicios de urgencias, es fundamental acortar aún más el tiempo de espera en recibir atención neurológica, pues de esta manera habrá mayor posibilidad de deshacer el trombo y restablecer la circulación de la arteria ocluida.