Alicia Carrasco/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Con maquinaria pesada preparada para continuar demoliendo, el pleito de terrenos que un vecino tiene contra el Albergue Franciscano del Animal Desprotegido, A.C. (AFAD) ha cruzado fronteras desde el sábado pasado, exponiendo la vida tanto de los animales que se resguardan en este sitio como de voluntarios. Hasta el momento las autoridades no han intervenido. 

Una constante disputa de terrenos que se ha llevado a cabo desde hace más de seis años, entre un vecino de la AFAD, supuestamente de nombre Santiago Gamboa, y el propio albergue, que alega que este primero quiere tomar posesión de un pedazo de terreno que no le corresponde. El pasado sábado se reinició el problema cuando Santiago Gamboa comenzó otra vez con la demolición de un muro que separaba las dos propiedades.

Sin embargo, fue ayer por la madrugada cuando lejos de contratar a albañiles que continuaran afectando el terreno, se ingresó maquinaria para derribar bardas, con el peligro de matar o herir a los animales o a alguno de los voluntarios de esa asociación altruista.

“En toda la madrugada se la pasaron metiendo maquinaria pesada para botar bardas; de su lado tienen aplanadoras y otros equipos. Si llegan a botar las bardas, de nuestros lado tenemos perros y gatos afuera, y nos los van a aplastar”, alertó Verónica Quintal Portillo, voluntaria del albergue. 

Señaló que es por esta razón por la que piden ayuda a las autoridades, quienes no han querido intervenir, alegando que no les corresponde.

“La directora de la AFAD, Lidia Saleh Angulo, se encuentra apegada a las leyes, como debe de ser, y no arbitrariamente como lo está haciendo esa persona; nuestra labor es cuidar a los animales, pero mientras no se les ponga un alto, van a ingresar”, indicó Verónica Quintal.

Inútil demostración 

Comentó que en el transcurso de ayer por la mañana la Policía se presentó al albergue, ubicado en la carretera a Cholul km 4.5 s/n; sin embargo, pese a que les pidieron ayuda para resguardar la paz pública y la integridad de los humanos y animales, se fueron, argumentando que ellos no tienen poder en materia de delimitación del terreno, cuando ya han demostrado, desde hace más de seis años, que la propiedad es de ellos, con papeles, número de folio, medidas, etc.

“En cualquier momento van a arrancar la maquinaria y a lastimar a los animales del albergue y a los voluntarios, pues como amantes de los perros y gatos, van a intentar defenderlos. Eso es lo que quiero que entiendan”, señaló la entrevistada.

Incluso esta persona, quien es dueño de un deshuesadero que se encuentra contiguo al albergue, ya hizo posesión de una parte de este terreno, metiendo chatarra, autos y otras cosas, y montando un escenario con maleza, dando el aspecto de haberlo estado ocupando por años.

“A nosotros nos está impidiendo seguir chapeando y las labores para que los animales sigan teniendo más espacio. Toda la barda que levantamos el sábado, nos la botaron a patadas, pues como no había terminado de secar el cemento, pudieron hacerlo, dejando a los animales y albergue expuestos”, explicó la voluntaria.

“Somos una asociación civil y no tenemos los recursos para estar reparando los daños que nos está causando”, apuntó.