Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El psicólogo José Luis Vales, heredero de una estirpe de médicos, químicos y personas comprometidas con la sociedad, eligió una rama de la salud mental como proyecto de vida, a través de la cual se desarrolla profesional y personalmente en lo que llama su misión en este mundo.

Es director del Centro de Atención Integral para Problemas de Depresión y Suicidio Salvemos una Vida, A. C., y del Centro de Rehabilitación para el Trabajo en Yucatán (Crety).

“Ayudar hace la vida más feliz”, expresa con la seguridad de una labor que cumple diariamente desde su consultorio particular, así como en su desempeño como voluntario  en las organizaciones no lucrativas.

La búsqueda

Durante su juventud su vocación se fue construyendo, las bases del valor del servicio a los demás las tenía, pero no identificaba en qué carrera canalizarlas. Comenzó a estudiar una ingeniería y en el primer semestre supo que no era lo que buscaba. 

Siguió por el camino de la administración y hasta el de la medicina, pero fue hasta que se puso en manos de un orientador vocacional cuando descubrió la psicología, como un faro de luz para su vida y la disciplina que lo apasionaría desde ese entonces. 

“Así encontré mi misión, sin tener que ser sacerdote, porque estaba seguro que quería formar una familia y uno puede hacer mucho y más desde la psicología, porque se trabaja con todas las personas y se ayuda a la gente”, apuntó.

Con la claridad de ese momento se inscribió en la carrera de psicología en la Universidad Nacional Autónoma de México y gracias a la amplitud de visión de esta casa de estudios, considera que fue la mejor opción para formarse.

Discípulo de la obra de su padre

Con una especialidad en psicología industrial y clínica laboró en diversas empresas de firmas trasnacionales, escuelas, fundó un kínder que operó cinco años, en los inicios del Centro de Integración Juvenil en el país e instituciones de gobierno como el Centro de Atención Integral del Niño Yucateco.

Inspirado por la labor altruista de su padre, Luis Felipe Vales Ancona, “el padre de la rehabilitación en México”, encabezó la fundación del Centro de Rehabilitación para el Trabajo de Yucatán (Crety), basado en la iniciativa de su progenitor, quien creó un esquema en el que la persona que requería una prótesis y no podía pagarla cubriera los gastos con trabajo en una empresa que fuera incluyente, esto a través de su proyecto “Goodwill” Industrias de Buena Voluntad México. El modelo en el país tiene 20 años y en tierra maya nueve. 

“Es una manera de seguir lo que inició mi padre, que todavía vive y es un orgullo para nuestra familia y el mundo de la medicina por sus aportaciones, además su manera de trabajar significó el antecedente de sistemas como el DIF, como un ejemplo de que la iniciativa privada y la sociedad civil pueden enseñarle innovadoras formas de trabajo al gobierno”, abundó.

La obra  de su padre está plasmada en el libro “101 pequeños negocios para personas con discapacidad”. En su árbol generalógico también destaca su abuelo materno, Abelardo Lara Negrón, quien trabajó con el investigador japonés Dr. Hideyo Noguchi, y su abuelo paterno, José Vales García, quien fundó en los años 50 la primera farmacia con servicio de 24 horas.

Su propio camino en el altruismo

“El tema del altruismo era algo natural en la familia, desde mis abuelos, tíos primos y en casa lo veía cada vez que mi padre recibía en vez de dinero una sandía o una gallina de la gente de bajos recursos que no podía pagar la consulta, siempre estaba abierto a ayudar y del ejemplo aprendimos  que ayudar te hace la vida más feliz y no lo sabes hasta que lo experimentas”, apuntó.

Su trabajo en el Crety se sumó a su servicio en el Programa Salvemos una Vida, A. C., que fundó Alis García Gamboa, quien lo invitó a colaborar y de a poco se fue involucrando, hasta que le fue asignada la dirección debido a su dedicación y compromiso con la causa.

Desde hace ocho años trabaja en el Centro de Atención Integral para Problemas de Depresión y Suicidio, y a pesar de ser el director de la llamada “casita” atiende la línea de ayuda 24 horas. Trae consigo tres teléfonos celulares con los que atiende a personas en crisis, de esta manera ayuda a salvar vidas.

Además a través del Crety otorga becas que consisten en capacitar para orientar y ayudar a las personas a encontrar su vocación laboral con base en la creación de hábitos positivos como asistencia, higiene, honestidad y el adiestramiento específico de alguna ocupación para que puedan ingresar o retomar la vida productiva.

“Ayudar hace que tu vida sea más plena, a los colegas y profesionales les recomiendo aportar al menos una hora de sus vidas para un servicio, podrán constatar cómo la vida se enriquece y aquellos que se dedican a las áreas humanísticas son los que más deben hacer su trabajo con amor, por gusto, por eso siempre aconsejo que no trabajen por dinero porque se pierde la salud y luego se gasta el dinero para recuperar de salud; sin duda el dinero no lo es todo”, abundó.

Perfil

• José Luis Vales Lara nació el 30 de junio de 1952 en Mérida
• Vivió 25 años en la Ciudad de México y otros más en Monterrey
• Regresó a Yucatán en 1985 luego de vivir la experiencia del terremoto en el Distrito Federal
• Su carrera se ha desarrollado en el terreno público, privado y social
• Cuenta con reconocimientos del Club Rotario, organización que auspicia su proyecto del Crety
• Fue distinguido  con un reconocimiento por su labor entregado por Raúl Plascencia Villanueva, titular de la Comisión Nacional de los Derecho Humanos
• Actualmente ofrece consultas en la “casita”, en su consultorio privado y coordina los talleres del centro Salvemos una Vida, A. C.