Eduardo Vargas Marín/SIPSE.com
MÉRIDA, Yuc.- El tiempo de “vida” de las microempresas en Yucatán no rebasa los 6 meses, según la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady).

El director de la Facultad de Economía, Alberto Quinta Palomo, asegura que la “mortandad” de la empresa yucateca se explica por 5 factores:

-Falta de financiamiento

-No hay capacitación

-Desconocimiento de programas de apoyo

-Relaciones de parentesco (empresas familiares)

-Improductividad

Para evitar la “muerte” de las microempresas, la Facultad envía a los alumnos de servicio social a apoyar a los microempresarios, a quienes, durante 6 meses y sin costo alguno, los asesoran para la elaboración de procesos productivos e incluso administrativos.

Sin embargo, y aunque la respuesta del empresario es la óptima, el apoyo se ha quedado “corto” porque en la mayoría de los casos se termina a los seis meses cuando concluye el servicio social del estudiante.

“Hemos tenido buenos resultados, el único problema es que el muchachos terminan a los 6 meses… la tasa de mortandad el altísima, pero sí logramos que sobrevivan entre 60 y 70 por ciento.”

Según datos de la Facultad de Economía, en Yucatán hay 10 mil 500 empresas, de las que más del 90 son micro, pequeña y medianas.

Gobierno debe ‘revivir’ el campo

Respecto a la administración del nuevo Gobierno estatal, encabezado por Rolando Zapata Bello, Quintal Palomo dijo que, como economista, le aconsejó reactivar el sector primario, es decir, el campo.

Para ello, recomendó hacer un análisis concreto, un proceso de planeación efectiva, medición de productividad y competitividad y “acompañar” todo esto con políticas de apoyo directo porque “el campo está empobrecido”.

"En el campo yucateco, hay una gran cantidad de intentos por desarrollar diversos productos, pero desafortundamente no resultan… se requiere un análisis concreto de cuál es la problemática del campo”.

Según Quintal Palomo, el problema ha sido que durante los últimos sexenios las políticas han sido “de corte horizontal y orientadas” no a un área en específico “sino que hacen ‘tabla rasa’ de todo”.

Además, los sucesivos gobiernos no han hecho un esfuerzo “para determinar cuáles son las vocaciones productivas del estado, qué tipo de productos debemos hacer, cómo fomentar los bienes intermedios, fundamentalmente los bienes de capital”.

Sin embargo, asegura que hay dos áreas en donde Yucatán ha logrado despegar, en ambos casos se trata de servicios: médicos y educativos.

Dijo que Yucatán no debe olvidarse del llamado “turismo de culto” y, además, atraer el de aventura, es decir, el que visita los cenotes o gusta de actividades como rapel.