Los enemigos de la mente

Si no cuidamos y aprendemos a controlar y manejar nuestros pensamientos, nos pueden llevar a la enfermedad, y a una vida de angustia y desesperación.

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Existe una interesante historia: “Un viejo de una tribu estaba inmerso en una charla con sus nietos acerca de la vida. Él les dijo: Una gran batalla está ocurriendo dentro de mi... es entre dos lobos. Uno de los lobos es la maldad, el temor, la ira, la envidia, el dolor, el rencor, la avaricia, la mentira, el orgullo, la egolatría, la competencia y la superioridad. El otro lobo es la bondad, la alegría, la paz, el amor, la esperanza, la serenidad, la humildad, la dulzura, la generosidad, la benevolencia, la amistad, la empatía, la verdad, la compasión y la fe.

Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes y dentro de todos los seres de la tierra”. Los nietos se quedaron pensativos unos instantes, luego uno de ellos preguntó: “¿Y cuál de los lobos crees que ganará?”. El sabio jefe respondió: “Simplemente el que cada uno alimente...”

Qué sabia anécdota, que nos hace meditar sobre la calidad de nuestros pensamientos. Los cuales, si no los cuidamos y aprendemos a controlarlos y manejarlos, nos pueden llevar a la enfermedad, y a una vida de angustia y desesperación.

Hay algo muy interesante: la mente hace imágenes y tu subconsciente te convence que son realidad. Es impactante la cantidad de pensamientos que podemos tener al día: aproximadamente 70,000. Pero más impactante es la cantidad de energía que derrochamos al pensar una y otra vez en lo que nos hace sentir mal, porque gran parte de estos pensamientos son repetitivos y, desafortunadamente 80% de estos pensamientos son negativos.

Siempre queremos controlar todo lo que está a nuestro alrededor, y no somos capaces de controlar lo que está en nuestro interior. Lo peor es que no todos los pensamientos son ciertos; sin embargo, por su repetición constante les damos una realidad virtual.

La mente no siempre dice la verdad y mucho de lo que vemos está basado en suposiciones. El ejercicio mental previo es fundamental. Evitar que la mente haga de las suyas y provoque que creas como cierto lo que no es real. Hay que tener cuidado que la mente sea nuestra aliada y no se vuelva nuestra enemiga. Bien decía Santa Teresa de Jesús  al hablar de la mente: “es la loca de la casa”.

El Dalai Lama cuando vino a México se le entrevistó y un reportero le hizo una interesante pregunta: “Su santidad. ¿Tiene usted enemigos? _El hizo una pausa y contestó, _¡Claro que los tengo! Y entonces dijo: _Mis más grandes enemigos los tengo dentro de mi, y todos los días me peleo con ellos: ¡son mis pensamientos!

Es triste pero real: Le damos rienda suelta a nuestros pensamientos que nos hacen sentir mal, y para colmo de males muchas personas son adictas al sufrimiento. Buscan toda serie de calamidades que tienen, o deberían de tener en ese momento, para no disfrutar el aquí y el ahora. Buscan obsesivamente las supuestas razones por las cuales no tiene derecho a disfrutar el placer de vivir.

Los pensamientos negativos son nuestros peores enemigos, pues son los enemigos de la mente, y los tenemos todos. Por lo cual, hay que identificarlos y evitar alimentarlos, es lo que nos dará tranquilidad ante lo que no podemos solucionar en ese momento.

Entendamos que la mayoría de los pensamientos llegan sin invitación previa, no buscan solución. Quieren desestabilizarnos y desconcentrarnos de lo que sí es realmente importante, y lo que sí podemos hacer: es ocuparnos de estar bien y felices, en el tiempo presente, en el aquí y en el ahora. 

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