¿Mal asesorado o engañado?

Recientemente conocí al Sr. Domínguez, quien se nos acerca en busca de una solución...

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Recientemente conocí al Sr. Domínguez, quien se nos acerca en busca de una solución a su caso; él tiene 67 años de edad y no se puede pensionar por varias razones.

Empezó a laborar y cotizar para el IMSS en 1973, en diferentes períodos; también laboró y cotizó nueve años para el Issste, entre 1989 y 1998, y además para el Isstey, por alrededor de siete años.

Le interesa saber al Sr. Domínguez qué puede hacer, pues acudió al IMSS en 2011 a tramitar un reporte de semanas cotizadas y le extendieron un documento, “carente de validez oficial”, por 562 semanas.

Con la confianza de la referencia anterior, el Sr. Domínguez, inicia el trámite de pensión y, para su sorpresa, el Instituto le informa que no puede pensionarse porque sólo le reconoce 462 cotizaciones, además de estar fuera del periodo de conservación de derechos.

Con el interés de obtener su pensión, el Sr. Domínguez empieza a laborar, reúne 56 nuevas semanas cotizadas, acude al IMSS a tramitar su pensión y le otorgan una negativa de pensión.

Resultó que las semanas cotizadas con anterioridad a 1982 no se las reconocieron para pensión y le pidieron toda una serie de documentos imposibles de localizar: contratos de trabajo, recibos de nómina, comprobantes de cumplimiento de obligaciones sociales y finiquitos laborales.

Molesto, el Sr. Domínguez interpuso un recurso de inconformidad, pero la negativa de pensión le fue ratificada.

Ante los hechos, un hijo del Sr. Domínguez platica el caso con un litigante, quien les recomienda interponer un recurso ante una instancia federal, donde el caso permaneció más de dos años; tiempo después, la instancia se declara incompetente y turna el expediente a una instancia local.

En la junta local, el caso permaneció más de un año y alguien le recomendó al Sr. Domínguez que acudiera a la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet), donde reencauzaron la inconformidad del Sr. Domínguez y demandaron al Seguro Social, al Infonavit y a la Afore.

Hoy día, el Sr. Domínguez está atorado en un callejón, aparentemente indefenso y sin salida, pues no pudo generar derechos pensionarios en el Issste, tampoco en el Isstey ni en el IMSS, y su caso está en espera, de más de dos años a la fecha.

Tampoco puede disponer de los recursos de la afore, ni los de la subcuenta de vivienda, por estar la cuenta individual marcada por Procesar en proceso judicial.

Dadas las circunstancias ¿qué expectativa de pensión tiene el Sr. Domínguez?  Realmente ninguna, al menos, como están las cosas, pues lamentablemente fue mal asesorado o engañado.

Y usted, ¿tomará decisiones sin antes asesorarse adecuadamente?

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