Policía de Yucatán va tras la huella de tres asaltantes colombianos

Delincuentes sudamericanos se introdujeron a una vivienda de la Privada Campestre.

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Los criminales se metieron por un baldío sobre la calle 57 y de ahí ingresaron al predio en Privada Campestre. (SIPSE)
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Luis Fuente/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- El juzgado segundo de control de Mérida emitió órdenes de captura contra tres colombianos, por su participación en el asalto a la residencia de la familia Cisneros López, ubicada en la Privada Campestre, la noche de pasado 4 de mayo.

Las órdenes de captura son en contra de Carlos Fernando I.R., de 32 años de edad; Felipe R.P., de 30, y Santiago A.C., de 28 años, por el delito de robo con violencia cometido en pandilla. Se presume que estos individuos son los mismos que tres días después del atraco en Mérida cometieron un ilícito similar en una privada en Cancún, pero fueron descubiertos por los vigilantes, quienes les dieron una golpiza antes de entregarlos a agentes de la Policía Municipal de esa ciudad, quienes los liberaron tras enviarlos al hospital.

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Ahora, la Policía Estatal de Investigación de Yucatán realiza las indagatorias para la localización y arresto de este trío de colombianos para presentarlos ante el juez, a fin de que respondan por el atraco que se les imputa. Huyeron a Quintana Roo tras cometer el atraco.

Como informamos, en la noche del viernes 4 de mayo pasado, un comando armado ingresó en una vivienda de la Privada Campestre, en el norte de Mérida, donde maniataron a un niño de 12 años, hijo de los dueños, y a la empleada doméstica, y se llevaron objetos de valor y una caja fuerte que estaba empotrada en una pared.

La vivienda afectada es del matrimonio Cisneros Buenfil, quienes no se encontraban en casa cuando sucedieron los hechos, pues habían acudido a un concierto.

Al retornar encontraron sus pertenencias revueltas, y en una de las recamaras a su hijo de 12 años y a la empleada doméstica atados, amordazados y cubiertos con un edredón para que no vieran lo que hacían los delincuentes.

Luego el matrimonio avisó de lo sucedido al número de emergencias 911. Según se supo posteriormente, los delincuentes no ingresaron a la privada por la entrada principal, que cuenta con una caseta en la que están dos guardias, además de cámaras de vigilancia y una pluma para restringir el paso de los vehículos.

Una versión indica que los criminales se metieron por un baldío sobre la calle 57. De ahí ingresaron al predio. Por medio de las cámaras de seguridad se sabe que los asaltantes utilizan vehículos de modelo reciente, sin placas de circulación.

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