Mérida: Vacíos, 1 de cada 3 puestos del mercado de San Benito

Argumentan que "no existe interés de la gente por comprar en ese sitio"; la mayoría de los locales abandonados están en el tercer piso.

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Según la autoridad municipal, lo que se vende muy bien los mercados de Mérida son la ropa, artesanías y comida. (SIPSE/Foto de archivo)
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Patricia Piña/Mérida
MÉRIDA, Yuc.- En los mercados San Benito y Lucas de Gálvez existen cuatro mil 395 locales disponibles, de los cuales 30 por ciento, es decir, más de mil 200, no operan ante la falta de interés de los comerciantes, aunque algunos están concesionados.

Los espacios concesionados por la autoridad municipal son mil cinco, entre los 10 centros de abasto, que están del primer cuadro de la ciudad y en la periferia de Mérida.

Datos proporcionados por la autoridad municipal indican que los giros comerciales que más demanda tienen en los mercados son las artesanías, la venta de carne de pollo, cerdo y res, expendios de comidas, fiambres y refrescos, legumbres y frutas, lo que incluye la actividad de las llamadas “palanganeras”.

Otros rubros son las loncherías, la venta de ropa y las zapaterías, negocios que se mantienen firmes en estos centros de abasto, debido a que los locatarios cuentan con clientela fija.

El caso del San Benito se distingue de los demás mercados, ya que es un edificio que, a pesar de contar con espacios disponibles, se encuentran en abandono; el argumento de los vendedores es que no existe interés de la gente por entrar a ese sitio.

La mayoría de los locales en abandono se ubican en el tercer piso, zona que sólo es visitada por personas que acuden a realizar el trámite para obtener su credencial de elector.

Problema en las aceras

 

Las más de 100 “palanganeras” que ocupan las aceras del centro tienen asignados locales en el San Benito, pero debido a la falta de clientes han invadido las calles, ocasionando conflictos con los demás locatarios.

De acuerdo con el reglamento de Mercados, cada persona tiene derecho a un máximo de tres locales, pero hay algunas situaciones en las que una familia acapara los espacios, pues tienen varios lugares: el jefe de la familia, la mamá y los hijos.

En el San Benito existen dos mil 500 locales, el 95 por ciento tienen asignaciones, pero sólo dos de cada 10 lo ocupan; el inmueble parece una gran bodega, ya que prácticamente sólo el primer piso está ocupado.

Los locales de venta de fruta y verduras se ubican en las entradas de ese centro de abasto, pero sus vendedoras ocupan las aceras del centro, de manera que hay personas que han solicitado el retiro de las asignaciones de esas personas y entregárselas a gente que lo requiera.

La vendedora de frutas y verduras María Ojeda Koh solicita que se agilicen los trámites de las concesiones, ya que tiene varios años en espera del documento, pues sufrió las consecuencias al ser derrumbado una estructura del mercado Lucas de Gálvez.

“En el Lucas de Gálvez la concesión originalmente fue de mi suegro, Agustín Baas, desde 1965; fue uno de los pioneros en tener los permisos, luego se lo cedió a mi esposo Miguel Cab Baas, pero al enfrentar el problema con la ex alcaldesa Ana Rosa Payán, tuvo que renunciar a la concesión y nos cedieron la asignación, y posterior posesión del local que hoy tenemos en el San Benito; esperemos que este año nos otorguen el permiso por 15 años”, explicó.

“Por varios años hemos estado marginados en materia de concesiones. El Ayuntamiento nos ha olvidado, pero en cambio sí nos pretende cobrar el derecho de piso, luego de más de ocho años en el San Benito. Algunos pagos alcanzan entre 10 y 15 mil pesos”, apuntó.

Los locatarios que carecen de concesiones, debido a que no se ha entregado el mercado de La Pepita son las floristas que se encuentran a un costado del galerón del mercado Lucas de Gálvez, que en los últimos días sufrieron los estragos de estar a la “deriva”, pues dos puestos se incendiaron.

Esas vendedoras esperan que se abra La Pepita y puedan tener un local digno. 

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