Sin pena ni gloria se va horario de verano

Ciudadanos opinan que no ven ahorro alguno durante su aplicación y solo altera su reloj biológico; recomiendan moderar el consumo de electricidad al retirarse el subsidio.

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Este sábado 27 tendremos que ajustar nuestros relojes antes de ir a dormir. (Milenio Novedades)
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Mérida, Yuc.- El horario de invierno que inicia mañana permitirá dormir más al retrasarse una hora los relojes a las dos de la madrugada, haciendo “más larga” la noche.

Con 22 años de aplicación, el horario de verano entró en vigor desde el domingo 1 de abril y se prolongó durante siete meses para dar paso al horario de invierno, que se extenderá hasta el 7 de abril de 2019.

Ante este cambio, la población debe prevenirse en sus consumos de energía eléctrica, ya que se termina también el subsidio que otorga el gobierno federal, por lo que si se utiliza luz en los hogares en la misma proporción que durante esta etapa, podrían llegar cobros más elevados en los recibos.

El horario de verano, a más de dos décadas de haber iniciado, genera todavía entre la población opiniones encontradas, en su mayoría negativas, ya que los ciudadano refieren que no representa ahorro alguno y solo altera el reloj biológico, con las consecuentes afectaciones a la salud a las que hacemos referencia en nota aparte.

En un sondeo realizado, ciudadanos vertieron opiniones diversas sobre el tema.

Carmen Peraza, licenciada en Derecho, de 22 años de edad, afirmó que la adaptación resulta relativamente fácil y lo complicado es que como el reloj biológico está adaptado a cierto horario, aunque se cuente con una hora más para dormir, el organismo “no obedece” y se activa a la hora acostumbrada.

“Me adapto fácilmente, no es muy fuerte el cambio, mi cuerpo reacciona a mi reloj biológico y duermo a la misma hora siempre. Beneficios físicos como tal, no le encuentro ninguno al horario de verano, ya que el desgaste es el mismo. En lo económico, el gasto de energía eléctrica es el mismo porque terminas utilizando la luz a la misma hora, ya es algo que se trae como costumbre de años atrás”, expresó por su parte Teresita Rivera, de 43 años de edad, quien se desempeña como asistente de dirección.

“Sería bueno que redujeran el costo de la energía eléctrica y expandieran el servicio a las comunidades donde no cuentan con ella. Estaría a favor de que se cancele el horario de verano”, dijo.

Por su parte, Nina Méndez Domínguez, profesora e investigadora de Ciencias de la Salud de la Universidad Marista de Mérida, dijo que el horario de verano permite aprovechar las horas de luz, pero también dormir aprovechando la oscuridad.

“Está comprobado que únicamente cuando dormimos en oscuridad podemos tener las funciones fisiológicas y metabólicas de manera óptima. Por el contrario, cuando tenemos que despertarnos cuando aún está oscuro, desaprovechamos las horas de sueño que nos ayudan a cumplir con dichas funciones, lo cual se traduce en estrés, tendencia a ganar peso y en los niños, relativamente menos condiciones óptimas para el crecimiento longitudinal, pues las hormonas del crecimiento se producen sólo cuando dormimos en oscuridad”, explicó

Agregó que deben reforzarse con el horario de invierno, los hábitos como ir a la cama más temprano, en ausencia de pantallas o luz.

Mauricio Sánchez Roldán, de 27 años de edad, comunicador y director de Teatro, mencionó que la adaptación al horario llega una semana después y que una ventaja del cambio es que quienes utilizan el transporte público, al haber más visibilidad a primera hora pueden abordar con mayor facilidad el autobús al visualizar claramente las rutas

La contadora Vannesa Maldonado, de 35 años de edad, comentó que debido a que el horario se aplica desde hace 22 años, “ya nos programamos para que no nos afecte, claro que en la primera semana hay un desajuste, pero con el paso de los días nos adaptamos.

“Como personas que trabajamos, cuando termine la jornada todavía habrá luz solar y eso, en algunas zonas de la ciudad consideradas como peligrosas, previene de cierta forma los asaltos”, apuntó.

Carlos May Nahuat, músico, de 41 años de edad, opinó también que la adaptación resulta sencilla luego de varios años de experimentar el cambio de horario pero que en lo económico los beneficios que mencionan las autoridades, no se perciben.

Por otra parte, Elia Padilla Herrera, enfermera jubilada, dijo que con el horario biológico que se tienen, se duerme bien y al retrasarse una hora los relojes hay más tiempo para llegar a tiempo al trabajo o la escuela.

En opinión de Eliza Ortiz Rincón, asesora de lactancia materna, el horario de verano afecta a los pequeños porque no pueden distinguir el cambio.
“Seguimos haciendo las cosas al mismo ritmo. La ventaja del horario de invierno es que comienza el día más temprano, salimos con luz del trabajo y con los niños pues de todas formas abren los ojos en cuanto amanece, sin importar si son las cinco o seis de la mañana”, mencionó.

Isabel Rivero, estudiante de bachillerato, de 18 años de edad, dijo que el horario de invierno es más efectivo, ya que al haber más luz solar, se ahorra energía.
“Es más fácil aprovechar el día y podemos ejercitarnos por más tiempo así como realizar con calma nuestras actividades cotidianas”, expresó.

Amaury Castillo, de 25 años de edad y pasante de Contaduría Pública, dijo que, en su caso, no le beneficia ya que labora de 8:30 a 18:00 horas y tanto al salir de su casa como al regresar, es de noche.

“En el caso de los estudiantes de facultades, tienen clase hasta las 10 de la noche y muchos viajan a municipios. Esto es peligroso para las mujeres porque se exponen a asaltos. Por otro lado, un beneficio del horario de invierno, es que los que estudian en el turno matutino, ya no tendrán que ir a clases cuando aún está oscuro”, concluyó.

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