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Con el nombre de Universidad de los Mayores se ha puesto en marcha un programa que por sus destinatarios, personas con interés en el conocimiento de cuando menos 55 años, y desde luego por la calidad académica con que fue pensado, puede llegar a ser un proyecto insignia de la Uady.

En tal sentido, se entiende que con estas actividades, novedosas pero sobre todo de hondo calado humano, la Universidad está dispuesta a romper con un patrón de educación que estaba recluyendo en sus paredes todo cuanto en ella ocurría en los ámbitos de la ciencia, la cultura y la enseñanza, dejando de lado el entorno social que la sustenta.

Los programas recientes de innovación social, dirigidos a las mujeres, al pueblo maya y ahora a los adultos mayores, dan cuenta de un nuevo ánimo en el Alma Mater que se muestra dispuesta a recorrer caminos cuya figura remite al ideario carrillista que dio origen a su nacimiento en 1922.

Bajo ese aliento fresco, que de algún modo refrenda el valor de un aforismo escrito por José Martí donde apunta: “…Nos deberíamos quitar el sombrero cuando pasan los ancianos”, el pasado 3 de octubre dio inicio la impartición de los primeros talleres que entusiasmaron a las personas que decidieron cursarlos, dos horas a la semana, hasta el 7 de diciembre, fecha en que concluirá el primer ciclo.

Por su contenido y orientación, resultan valiosas las materias que se imparten en estos talleres, entre las que figuran: Aprender a cocinar y comer sano, Cuéntame un cuento, literatura y salud emocional, o Sexualidad en la tercera edad, temáticas que contribuirán a la reflexión y valoración de las capacidades del adulto mayor, que se ha propuesto como objetivo de este programa.

Sin embargo, en lo particular resulta sugerente el enfoque de intercambio de saberes en campos del conocimiento donde cobran fuerza las experiencias e historias de las personas mayores que, sin importar su profesión o procedencia, permiten acceder a esa sabiduría tan singular que sólo se gana con los años.

Si con este cúmulo de saberes de quienes cursan los talleres en la Universidad para Mayores se hiciera un compendio o se experimentara un intercambio entre los dueños de los conocimientos del ayer y los jóvenes universitarios, estaríamos muy cerca de articular una nueva visión universitaria, más sensible y abierta, más necesaria.

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