Luego de que Francis Fukuyama dijera aquello de “El fin de la Historia” y de que Edgar Morin hegemonizara la academia con sus decires sobre “El Pensamiento Complejo”, a buena parte de las voces decentes que llevan a la opinión pública a pensar lo que piensa la opinión privada le da cierta urticaria cuando otras voces menos decentes regresamos a los reduccionismos del “arriba” y el “abajo” sociales o de la “izquierda” y la “derecha” políticas.

Por eso, el Primer Festival Mundial de las Resistencias y las Rebeldías contra el Capitalismo “Donde los de arriba destruyen los de abajo reconstruimos” les llama a burla, que es una manera de nombrar al desprecio y, también, al miedo.

Seis días, 312 representantes de pueblos, tribus y naciones indígenas de todo el país articulados en el CNI, mil 300 bases de apoyo del EZLN y dos declaraciones políticas: la una dando cuenta de 127 casos recientes de asesinatos, desapariciones, detenciones y amenazas a hombres y mujeres indígenas por defender la tierra y el territorio de sus pueblos y la otra dando luz a 28 reflejos del mismo número de pueblos que hoy por hoy están en pie de lucha contra el despojo capitalista, fueron el marco de la Primera Compartición de Pueblos Zapatistas y el Congreso Nacional Indígena “David Ruiz García”, en el que nace la convocatoria a un festival donde será difícil no concluir que el “arriba” y el “abajo”, que las y los de “arriba” quieren que creamos que ya no existen, existen, y que la “izquierda” y la “derecha” expresan nociones distintas del mundo, aunque parezcan confundirse entre los colores y las siglas de los partidos políticos.

Compartición de sentires y dolores, pero también de saberes y experiencias de lucha, 20 años después de aquella Convención Nacional Democrática con que el EZLN iniciara su largo caminar dialogando-preguntando. 

Compartición de resistencias y rebeldías que “no sólo dicen ‹NO› a las políticas de destrucción que hace el capitalismo en todo el mundo, sino que también van reconstruyendo algo nuevo [al ser] las semillas del mundo que queremos”, y que entre el 22 de diciembre de 2014 y el 3 de enero de 2015 se continuará en distintos rincones de nuestra suave patria teniendo a la Península de Yucatán como una de sus sedes.