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MÉRIDA, Yuc.- Una experiencia auditiva, visual e interactiva única sobre la evolución de la canción popular de México y Yucatán ofrecen a los visitantes las ocho salas museográficas del Palacio de la Música, área del recinto que abrirá sus puertas hoy al público en general de manera gratuita.

Tras ser inaugurado en días pasados por el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Rolando Zapata Bello, en el novedoso museo de la Música Popular Mexicana, ubicado en el nivel subterráneo del edificio, los asistentes efectuarán un recorrido histórico mediante el empleo de pantallas interactivas, listas de reproducciones, hologramas y proyecciones que relatan el curso de la melodía en diversos ámbitos y a través del tiempo.

Al inspeccionar las modernas instalaciones, el secretario de la Cultura y las Artes, Roger Metri Duarte, informó que desde este jueves y hasta el último día de julio el acceso al sitio se encontrará dirigido al público en general y la entrada será libre. Los horarios programados serán de martes a sábado, a las 10:00, 11:30 y 14:00 horas.

En entrevista, el funcionario señaló que de momento el Palacio se encuentra bajo responsabilidad de dicha dependencia toda vez que el decreto 631/2018, por el que se regula el Fideicomiso público para su administración, establece un plazo de hasta 120 días para el nombramiento de una o un titular que cumpla con el perfil propuesto por el Consejo de Amigos y el Patronato del mismo.

Metri Duarte destacó que, tras finalizarse este proceso, se determinará el costo del ingreso. Mientras tanto, se estarán realizando visitas guiadas a grupos de la comunidad artística, del empresariado y, al iniciar el siguiente curso escolar, de estudiantes.

Trova

Recalcó que la sede es única en su tipo en el país, así como en Latinoamérica y agregó que la sala de conciertos ya labora desde el día de ayer, donde se lucieron los intérpretes yucatecos Imelda Miller, Arianna, María Medina y Sergio Esquivel, así como el trío “Trovanova”. En este marco, se avisó que en septiembre se llevará a cabo el primer diplomado en música popular y tradicional, que se espera transite en un futuro a la licenciatura del ramo. Mientras tanto, también se darán serenatas en días por confirmar.

En una superficie de mil 800 metros cuadrados, se alberga ocho interesantes pabellones donde se exhibe la evolución de la canción mexicana desde sus orígenes hasta nuestros días, pasando desde el primer sonido que generó la humanidad, la música sacra y hasta lo que se escucha hoy en día.

Asimismo, se presenta su paso por la radio y el séptimo arte, siendo ésta última una de las zonas más atractivas al contar con una sala de cine donde se muestran fragmentos de las bandas sonoras de las películas más relevantes producidas en México.

Con una bienvenida a través de una proyección del cantautor Armando Manzanero, es como inicia este viaje que permitirá conocer la historia de la nación mediante su canción. De igual manera, se puede experimentar el talento de este referente yucateco, del compositor Agustín Lara y la pianista Consuelo Velázquez, gracias a sus hologramas.

También se ofrecerá la oportunidad de escuchar la discografía de importantes intérpretes en una consola virtual y, al finalizar el trayecto, poder llevarse de recuerdo la foto de una carátula discográfica propia y grabar un video relatando la experiencia vivida.

Como un espacio revitalizador del patrimonio arquitectónico de la ciudad, el Palacio de la Música está llamado a ser un referente nacional para el albergue, estudio, apreciación y creación del sonido mexicano, a su vez que consolida el distrito cultural establecido en el Centro Histórico de Mérida.

El edificio en el que se invirtió recursos equivalentes a 348 millones de pesos que detonará dicha zona establecida en el corazón de Mérida, así como la vocación turística de la región, consta de cuatro plantas.

Hay que resaltar que este lugar es el primer recinto dotado con las características idóneas para la interpretación, apreciación e investigación musical, debido a sus condiciones acústicas e isópticas.