Óscar Chan/Milenio Novedades
MÉRIDA.-Aunque todavía no se tiene registro en Yucatán, la especie invasora conocida como “pez diablo” amenaza con introducirse en el Estado en aproximadamente diez años, pues por los ritmos de ocupación de esta especie de agua dulce podría aparecer y generar severos daños a la actividad pesquera y a la acuicultura, consideró la Sociedad Ictiológica Mexicana A.C.

Entrevistado en el marco del XVI Congreso Nacional de Ictiología y del VII Simposio Latinoamericano de Ictiología, el presidente de la citada agrupación, Ernesto Velázquez Velázquez, dijo que si bien es cierto que la ausencia de ríos y lagos ha limitado la dispersión de la especie en la Península, “de llegar en unos años se podrían instalar en los cenotes y eso ocasionaría un severo problema en la región”.

Indicó que su repentina aparición podría ser similar a la invasión del “pez león” en aguas del Golfo de México por lo que urgió a las autoridades a realizar acciones de prevención para evitar que afecte a las especies nativas, “por sus lentos procesos de reproducción y por alimentarse de los huevecillos de otras especies”.

“Si no tenemos los cuidados suficientes, por los ritmos de ocupación con los que viene esta especie, es muy probable de que llegue en pocos años a la Península de Yucatán y eso sería preocupante”, apuntó.

El especialista recordó que desde que ingresó a Chiapas en 1996, actualmente el “pez diablo” ya ocupa todas las presas y ríos del centro y sur del país con todas las implicaciones ecológicas y económicas que impacta a la actividad pesquera.