Ana Hernández/Cecilia Ricárdez/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- El valor de los predios históricos ubicados en el corazón de Mérida alcanzó “precios de oro” en los últimos años, ya que, de acuerdo con registros catastrales de 1996 a 2016, su plusvalía pasó de miles a millones de pesos, tomando en consideración sólo la base para establecer el precio de cada inmueble.

Para tener una idea, en 2003 el edificio de Correos, donde ahora está el Museo de la Ciudad,  tenía un valor de un millón 714 mil 588 pesos y ahora cuesta más de 48 millones de pesos. Un estacionamiento ubicado en la calle 57 con 54, en 1996 estaba valuado en 104 mil 556 pesos de base catastral y este año vale no menos de 625 mil.

Un hotel de la calle 62 con 65, que en 2013 estaba valuado en 10 millones 650,780 pesos, tres años después se cotiza en 14 millones 789,600 pesos. En el mismo lapso, un restaurante de la calle 57, entre 60 y 62, subió de 2 millones 934,471 pesos a 4 millones 75,759 pesos.

En los cuatro puntos cardinales del Centro Histórico es posible encontrar amplia variedad de inmuebles coloniales. Los más cercanos a la Plaza Grande tienen una vocación o uso comercial, administrativo e incluso de servicios; otros más aún funcionan como casa habitación, principalmente de extranjeros o personas de otras partes del país, que eligieron vivir aquí o tener en la ciudad una segunda casa. 

Los reportes catastrales sirven como base para fijar el valor comercial un predio. Así, las viviendas coloniales hechas de mampostería que fueron abandonadas por sus dueños y fueron principalmente adquiridas por extranjeros, quienes las rescataron y acondicionaron para vivir.

Hace poco más de dos décadas tanto los servicios como el uso habitacional en el centro histórico bajaron. La afluencia de personas en la zona se limitaba a la venta de algunos productos específicos, pero hace poco más de una década, la intensidad del tráfico peatonal en la zona reactivó la vida comercial.

Antiguos edificios que por año albergaron algunos y conocidos comercios, se modernizaron o cerraron para dar paso a otras actividades similares o con giros diferentes que han movido la actividad comercial en la zona.

Hoy el Centro Histórico de Mérida tiene un reporte de tránsito de casi seis mil vehículos recorriendo sus calles en horas pico, entre unidades de transporte público y autos. Mientras que en algunas de sus calles el tránsito peatonal “pelea” el espacio en las aceras con los ambulantes.

En ese contexto, los trabajos de actualización catastral que el municipio ha realizado, incluye nuevos planos de los inmuebles para que los dueños o responsables de los edificios paguen el importe de predial que corresponde al valor del lugar, lo que ha permitido redimensionar el costo de estos predios.m

Alza del dólar propicia la compra de inmuebles

El aumento del valor del dólar frente al peso mexicano atrae la inversión de extranjera en bienes raíces yucatecas, en especial personas de la tercera edad que eligen vivir su retiro en predios del Centro Histórico de Mérida y la costa yucateca, afirma el especialista en el ramo Mauricio Moreno Mendoza, integrante de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios.

Destacó que esta variación en la moneda estadunidense no significa que los propietarios puedan subir el precio conforme aumente su cotización, porque de hacerlo incurrirían en especulación, por lo que la AMPI exhorta a sus afiliados a proponer a los dueños de las casas a obtener un promedio del precio del dólar y anunciar el costo del predio en pesos.  

Mauricio Moreno Mendoza, cofundador de Property Now, organización afiliada a la AMPI, dijo que el contexto económico que favorece al dólar ha intensificado la actividad de bienes raíces en Mérida y la costa, porque les parece barato respecto a lo que cuestan las propiedades en sus países.

En el Centro Histórico se venden predios desde un millón hasta cinco millones de pesos, y en las playas el metro lineal puede costar en sitios como Uyamitún, 22 mil dólares (más de 400 mil pesos).

Ante este panorama, indicó que los extranjeros son quienes más adquieren las casonas y predios en el litoral, “pagando el precio que sea”, lo que provoca que sea más accesible para ellos y menos asequible para los yucatecos.

“Por ejemplo una casa que se vende en 200 mil dólares al tipo de cambio de hoy, comienza una negociación y de pronto sube el dólar, no significa que con cada escalada del dólar debe subir el precio en la misma frecuencia”, dijo.