Presunto asesino de la menor de Umán habría contactado a otra joven

Una joven narró que un hombre trató de convencerla para realizar una sesión de fotos, el mismo 'gancho' que se usó con A. G. C. L..

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La joven mantuvo contacto con el sujeto por medio de Facebook. Imagen de contexto. (Archivo/AP)
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Wílberth Chi/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El caso de la joven umanense reportada como desaparecida cuando acudió a una sesión de fotos para una entrevista de trabajo y que presuntamente fue encontrada muerta el miércoles en montes aledaños a Samahil, descubre una nueva arista.

En días pasados Milenio Novedades recibió un correo electrónico con remitente “desesperada”, en el cual se narra que el sujeto del que se sospecha asesinó a  A. G. C. L., había citado a otra joven con el pretexto de ofrecerle trabajo.

En entrevista la joven narra que entre los días 5 y 6 de julio, buscaba empleo y lo publicó en Facebook, adjuntando a la publicación sus datos personales, a lo que 20 minutos después, en respuesta a su publicación, recibió un “inbox” (mensajes privado vía Facebook) en el que le decían que le daban trabajo, y que era seguro, a lo que ella preguntó “¿de qué?”, y la respuesta de inmediato fue “para una sesión de fotos con ropa deportiva”. 

La propuesta era “800 pesos diarios por tres horas de trabajo”.

Ella al principio se negó, aduciendo que físicamente no tenía los requisitos para una sesión de fotos, y narra que insistentemente le dijeron que “no importaba el físico, sino que su rostro era tierno y jovial”. 

El hombre le ofrecía a la joven un salario de 800 pesos por tres horas de trabajo 

Ella se siguió negando, pues no estaba de acuerdo, pero el sujeto, quien en su perfil en la misma red social se hacía llamar “Otoniel Olivares”, pero en la interacción privada con la joven se presentó como “J. A. O.”, nunca se presentó como “J. D. o J. R. D.”, su verdadero nombre intento convencerla

Le dijo que rentaba lugares para hacer su trabajo y que si la joven le confirmaba que asistiría, él le indicaría el lugar de la cita, a lo que ella se negó nuevamente y el sujeto insistía “ten confianza, no te voy a hacer nada”.

Ante la desconfianza que le generó le indicó que ella no lo conocía y que no sabía para qué quería las fotos, pero él le dijo que eran para una revista para caballeros, pero la joven terminó la conversación ese día con una negativa.

Al día siguiente, al mediodía, el sujeto nuevamente la buscó diciéndole “Amiga, ¿te animaste?”.

Harta de la insistencia de esa persona, le dijo que si quería lo podría ver en la Plaza Grande, pero el hombre se negó diciéndole que en el sitio había mucha gente. 

Ella insistió en que lo vería ahí y que no iría sola, por lo que el sujeto se molestó y le contestó “no tienes que llevar a alguien, se supone que te voy a dar trabajo a ti, no a alguien más”.

La joven dijo que tras esa conversación no volvió a tener contacto con él y se enteró del asesinato de  A. G. C. L..

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