Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El sincretismo entre la cultura maya originaria y la católica adaptada por la Conquista se reflejan en una de las expresiones religiosas más importantes del año: la representación de la Pasión de Cristo en el municipio de Acanceh, donde desde hace 34 años la comunidad revive el vía crucis a través de cerca de dos kilómetros de recorrido.

En esta ocasión por primera vez se sumaron a la interpretación de los integrantes del Grupo Renacimiento las reflexiones propias de la peregrinación de las 14 estaciones, todas expresadas y encabezadas por el párroco Javier Castillo Domínguez, quien en cada punto, apoyado con un equipo de sonido, invitaba a tomar a Cristo como modelo de vida y lideraba las oraciones en las que participaron los miles de fieles.

La Plaza de las Tres Culturas de esta localidad, que conjuga las épocas prehispánica, colonial y contemporánea, fue el lugar donde se concentró la mayor cantidad de espectadores entre locales, visitantes de otros municipios, estados y países, pues ahí tuvo lugar el momento cumbre del pasaje bíbilico: la crucifixión. 

En punto de las 11:50 horas inició la representación con el juicio a Jesús en la Capilla de la Virgen de Guadalupe, a un costado de la Parroquia dedicada a la advocación de Nuestra Señora de la Natividad.

El intenso calor agregó dramatismo del recorrido simulado del pretorio al Gólgota, pues el cansancio de Cristo, representado por octava ocasión por Jaime Estrella Escalante, era evidente ante los azotes y la presión ejercida por la cruz de más de 100 kilogramos que cargó en casi los dos kilómetros de recorrido por las calles del pueblo.

Cerca de 180 personas del grupo religioso Renacimiento fueron los encargados del desarrollo e interpretación de los personajes, tanto los principales como los complementario, luego de semanas de ensayo y casi un año de preparativos para obtener los fondos para vestuario y la producción.

Jaime Estrella Escalante cumplió su octava participación, con fe y por agradecimiento de las bendiciones recibidas, pero indicó que será la última ocasión para que el próximo año otro joven tenga otra oportunidad, y también para hacer caso de la petición de sus hijos pequeños que no les gusta ver sufrir a su padre durante el vía crucis. 

Las tres caídas indicadas en las estaciones resonaban en el asfalto ardiente, donde Estrella Escalante permanecía tirado unos minutos como parte de la interpretación. El hecho conmovía a la audiencia y algunos llegaron a las lágrimas.

Con 33 grados centígrados y una sensación térmica de 36 el contingente avanzó durante más de hora y media para desembocar en la Plaza de las Tres Culturas, donde Cristo, Dimas y Gestas fueron crucificados al filo de las 14:00 horas. 
Llama la atención que cada año, al tiempo que el narrador indica la muerte de Jesús, la forma en que reacciona el cielo, invariablemente una gruesa nube tapa al sol hasta que termina la representación cuando bajan el santo cuerpo para ser llevado al sepulcro y resucitar al tercer día. 

Vía crucis en el penal

El fervor religioso también se vivió en el penal de Mérida, donde internos participaron en la vigésima representación de la muerte de Cristo.

La escenificación fue llevada a cabo por 32 reclusos de los distintos módulos. Joel Rubén Cantul Dzul fue el encargado de personificar a Jesucristo por primera ocasión.

Pasadas las 10:30 de la mañana dio inicio el acto a las afueras de la capilla del lugar y durante las 13 estaciones del vía crucis fueron recorriendo los pasillos y módulos hasta que nuevamente llegaron al lugar de inicio y ahí fue crucificado el Mesías. Al final de la escenificación se llevó a cabo una misa de Viernes Santo.