Wilbert Chi/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- El Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, visitó este viernes por la tarde el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mérida, donde recorrió los módulos cerrados R y Q, donde los presos montaron una exposición de los artículos que elaboran en los talleres de urdido de hamacas y carpintería.

Incluso, los reclusos obsequiaron al prelado una hamaca, de la que dijo “me iré acostumbrando”.

Posteriormente, el Arzobispo se dirigió al gimnasio de usos múltiples del Cereso, donde ya era esperado por cerca de 500 presos; algunos de ellos representaron el espectáculo “pok ta pok” o juego de pelota maya y el recluso Edgar González le dedicó la canción “Quién diría” de su autoría.

Francisco Brito Herrera, director del Cereso, quien fue el encargado de darle la bienvenida al prelado, señaló que la visita del Arzobispo de Yucatán a la institución resulta de vital importancia para los reos, ya que representa la cercanía del pastor con  las ovejas privadas de su libertad.

“Significa un gesto paternal para quienes viven entre cuatro paredes sin goce de la libertad”, afirmó.

En su intervención, el prelado destacó que desde la misa de inicio de su ministerio pidió por aquellos que no tuvieron la oportunidad de estar presentes; asimismo, se comprometió a acompañarlos durante el Jueves Santo y lavar los pies de 12 presos, además de que apuntó que la comunidad de reclusos sentirá “la cercanía del pastor”.

Finalizado el acto en el gimnasio, el prelado se trasladó al área de enfermería y recuperación, donde visitó a los reclusos hospitalizados y aislados con VIH.

El Arzobispo admitió que ya evalúa los cambios pertinentes en la Arquidiócesis, que serán dados a conocer en días próximos.