Ana Hernández/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, señaló que la Reforma Energética es básica para lograr la reducción de costos en insumos básicos, pues el aprovechamiento del gas permitirá abatir hasta cuatro veces los costos que ahora tienen los combustibles.

El funcionario federal dio la conferencia “Pemex, la industria petrolera y la Reforma Energética”, en la cual habló sobre la situación de Pemex en el marco de la cumbre de consejeros directivos de la Canacintra en Yucatán. 

Señaló que por instrucciones del presidente Enrique Peña Nieto está visitando los estados y utilizando los diferentes foros, como esta reunión nacional de esa agrupación de empresarios industriales, para dar explicar el problema.

Cuestionado sobre las oposiciones a la Reforma, señaló que la existencia  de tres propuestas distintas, de las tres principales fuerzas políticas en el país es halagador porque demuestra el interés de buscar  una solución a la industria energética del país, la cual requiere de una modernización. 

“En ese sentido y por las distintas opiniones que han vertido estas fuerzas políticas, nosotros estamos convencidos de que van a encontrar una solución que sea buena para los mexicanos y la industria energética”, dijo.

Indicó que tan sólo en empleos directos, la Reforma Energética permitirá la creación de 500 mil plazas hasta 2018 y 2.5 millones también directas hasta 2025; además permitirá tener tarifas de luz más baratas a partir de convertir las plantas de combustóleo a gas.

“Producir electricidad con gas es cuatro veces más barato que con combustóleo, pero requerimos producir gas y hoy en día se requiere de contratos distintos para hacer eso”, enfatizó.

Cuestionado sobre las voces que indican que Pemex es una empresa rentable y no necesita compartir, señaló que es una de las industrias más grandes del mundo, pero México además de Corea del Norte son los únicos con marcos muy restrictivos, países como Venezuela, Colombia, Cuba y Argentina y de otras partes del mundo comparten riesgos  con la industria privada sin perder el control ni la rectoría.