¡Fo, fuchi! La columna Viernes Cultural arruga su nariz, y sigue leyendo: “James Harden podría haber roto con Khloe Kardashian por su mal olor íntimo”. Es hermana de Kim, le señala a El Transcriptor, que bebe su espresso doble, en taza de porcelana china.

Hermana menor, puntualiza el erotómano de su vida, y menor también del trasero de Kim, aunque nada desdeñable, pero me inquieta un poco la procedencia u origen del mal olor.

¿Será su xic o su pirix o su tuch? ¿O aquellito?

Veamos, acciona el querido de los viernes, y repasa el artículo “Los recursos terapéuticos empleados en la medicina antigua de Yucatán”, del eminentísimo Dr. Carlos Urzaiz Jiménez.

¿Qué atuendo me pondré, de “hmen”, “dza-dzac”, o de “pulyah”? Es lo de menos, cavila, lo relevante es eliminar el mal olor.

Usaré la “claudiosa”, sus hojas molidas en sebo de res, para un lavado vaginal. También hojas de chile habanero para que ingiera y de paso le cure las almorranas. Y para finalizar, le recetaré la artemisa, para darle ánimo, quitarle el cansancio y corregir sus reglas.

Un poco de jabón aromático y agua, y ¡listo, ahora sí! a embriagarse “sediento de placeres”.

A olfatear, fisgonear, a husmear, arriba, abajo, a un lado y al otro…

De nada… Saludos…