Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Tres personas que pasaban frente a la terminal de autobuses del municipio de Huhí vieron la semana pasada algo que quizás tardarán mucho en olvidar. No saben si fue un fantasma o un alux, pero de lo único que están seguros es que sus ojos no los engañan.

Don Braulio Mex, en compañía de su esposa y su hija, viajó a Huhí para visitar a unos familiares y lo hicieron en un camión de transporte público, se bajaron en la terminal y mientras salían para cruzar la calle y encaminarse a la casa en donde vive su hermano (a dos cuadras de ahí), vieron un pequeño ser que pasó corriendo y se metió del lado del portón de ese sitio.

“Era como de sesenta centímetros, no podía ser un niño porque iba demasiado rápido; si fuera un humano sería un bebé de un año de edad cuando mucho, por lo cual es imposible que corriera con esa velocidad y coordinación”, dijo.

“Por fortuna, los tres lo vimos, pasó casi frente a nosotros y se metió a toda velocidad hacia el patio de la terminal, hasta se escuchaba el ruido de sus piececitos, e instantes después desapareció”.

“Mi esposa dice que puede ser un fantasma o mal viento, pero mi hija y yo creemos que podría tratarse de un alux”, relató do Braulio.

Cabe destacar que este señor me dio la información vía telefónica y cuando le pregunté si no estaba enterado de que ahí había comentarios anteriores sobre la presencia de aluxes se sorprendió, pues dijo no estar enterado.

“La verdad no sabía nada, viajamos a Huhí si acaso una vez cada año y mi hermano no me dijo nada, aunque sí vi sospechosa su mirada cuando le comenté nuestra experiencia, quizás me lo ocultó para que yo no me inquiete”, finalizó.

Otros reportes

Cabe destacar que hace año y medio aproximadamente estuve en este municipio investigando sobre la presencia de aluxes en la terminal de autobuses, ubicada en la plaza principal. 

De hecho, empleados, exempleados y vecinos afirman que a raíz de que desgajaron un cerro para construir esa terminal (hace aproximadamente cinco años) se dejaron ver estos seres del mayab.

En ocasiones ha sido tan persistente la presencia de los aluxes, que algunos choferes han optado por irse a dormir a otros sitios (a la antigua terminal), unos por “precaución” y otros de plano por miedo.

Algunos de los choferes y empleados prefirieron omitir sus nombres y otros, como el chofer que aparece en la foto, dijo no haber tenido alguna experiencia directa con los aluxes, pero sí ha escuchado varios reportes de sus compañeros.

En los patios de este edificio se puede observar claramente cómo fue “cercenada” la mitad del cerro, pues la otra mitad aún sobresale por encima del muro, ya que tiene una altura de más de tres metros. 

De hecho, hace apenas dos meses también recibí un reporte similar del mismo sitio, ya que un grupo de trabajadores del gobierno del estado que acudieron a Huhí fueron “espantado” en las afueras de la terminal mientras estaban sentados en la escarpa, ya que afirman que vieron una sombra de una “persona pequeña” que cruzó a un costado de ellos.