SIPSE
MERIDA, Yuc.-MILENIO NOVEDADES cumple hoy siete años y en el trayecto de esos 2,556 días ha ido madurando, creciendo, haciendo músculo para ser cada vez más competitivo y eficaz en este mundo donde la noticia viaja a la velocidad del Facebook y del Twitter por la supercarretera de la información.

Anclado en el periodismo de papel –cuyo valor más importante es el de ser reservorio de la historia–, este periódico viaja al mismo ritmo de los acontecimientos.

Cada año representa un paso firme, una apuesta por la modernidad al servicio de una propuesta que viene de hace medio siglo: ser vehículo de expresión de la sociedad y promover los valores que inculcó a sus empresas de medios –a las cuales llevó a convertirse en el principal consorcio periodístico del sureste– quien fuera su fundador, don Andrés García Lavín: hoy como ayer, nos rigen los mismos principios, aunque hayamos crecido hasta alcanzar los niveles que hoy ocupa en radio, televisión, internet y prensa escrita Grupo SIPSE. Somos los mismos, pero mejores.

Este 2013, año de profundas transformaciones en los ámbitos político, social, económico y religioso, de grandes retos y noticias retumbantes, tales como la renuncia de Benedicto XVI al papado y la aprehensión de la líder de los profesores, Elba Esther Gordillo Morales, por mencionar dos de los más sonados, año en el que México tendrá que definir el rumbo de sus instituciones, MILENIO NOVEDADES está presente en primera fila del periodismo nacional con el único objetivo de seguir siendo para usted el vehículo de información confiable que siempre ha sido.

Hace ya casi un año, a partir de abril de 2012, comenzó a construirse un ambicioso proyecto –hoy una realidad– de aglutinar en las páginas de opinión (2 y 3), bajo el título de “El poder de la pluma”, a más de 40 mentes privilegiadas y de todos los rincones del espectro ideológico para cumplir uno de los postulados básicos del periodismo militante: ofrecer al lector una opinión enterada de cuanto ocurre en el seno de la sociedad.

Así, con paso firme, sin correr ni quemar etapas, vamos consolidando un trabajo que tiene un objetivo: servirle a usted, lector. Seguimos en el mismo camino y con el mismo faro que alumbró nuestros inicios. Gracias.